Los ministros de Exteriores de la UE acordaron ayer conceder dos millones de euros para ayuda humanitaria a los inmigrantes procedentes de Mauritania, y confirmaron que la cumbre euroafricana sobre inmigración se celebrará el próximo julio en Rabat, informaron fuentes oficiales españolas.

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El Gobierno español confía en el próximo viaje a Mauritania del comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, para desbloquear el acceso del país africano a fondos comunitarios que le permitan atender sus problemas migratorios.

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En una conferencia de prensa durante el Consejo Europeo de Bruselas, el secretario de Estado español para la UE, Alberto Navarro, explicó que el coste asumido hasta ahora por España en relación al problema migratorio mauritano supera los 2,7 millones de euros, de los que un millón corresponden a la creación de un centro de acogida en Nuadibú, y a las patrulleras y los todoterrenos ofrecidos al país africano.

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El secretario de Estado español confirmó que Michel viajará a Mauritania a principios de abril para desbloquear el acceso de este país a nuevos recursos del Fondo Europeo de Desarrollo (FED), y enmarcó esta visita en el conjunto de iniciativas de cooperación frente a la inmigración ilegal adoptadas ayer por los ministros de Exteriores de la UE a iniciativa de España.

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Navarro subrayó que será la primera vez que se active el mecanismo de reacción rápida para atender una crisis de inmigración.

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Este dinero fresco comunitario se podrá utilizar tanto para crear como para mejorar los centros de acogida de inmigrantes existentes en Mauritania, así como para establecer registros de control y capacitar personal de control fronterizo.

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«Somos conscientes de que desde Europa se puede hacer mucho más que sólo desde España», indicó Navarro en Bruselas, sede de la cumbre de líderes europeos, antes de agregar que España, al igual que Italia o Francia, no puede enfrentar individualmente «un desafío de estas proporciones».

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El objetivo del gobierno español es que la UE libere fondos comunitarios para permitir una intervención directa en los países de origen de la inmigración, como hace ya España en Mauritania, montando centros de acogida o suministrando patrulleras a ese país.

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Red mafiosa

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Mientras tanto, la policía nacional de Ceuta ha desarticulado una red dirigida por un matrimonio que se dedicaba a la introducción de inmigrantes marroquíes en la Península, para lo cual llegaban a cobrar más de 3.000 euros por persona.

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Según informó en un comunicado la Delegación del Gobierno, las investigaciones sobre la organización ilegal empezaron el pasado mes de diciembre, tras la denuncia presentada por un inmigrante que había sido estafado por un matrimonio que ocultaba en su vivienda a ciudadanos marroquíes, como paso previo para su envío a la Península.

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Los inmigrantes eran introducidos en Ceuta y aguardaban en la vivienda hasta que el matrimonio les conseguía la documentación necesaria para acceder al resto del territorio nacional.