‘La Fiesta del Pan’

Bilbao hornea la diversidad

Los barrios de Iralabarri y Ametzola celebran su ya tradicional festín de ‘La Fiesta del Pan’ en la plaza Kirikiño y crean, entre los vecinos y para ellos mismos, una degustación de pan de diferentes países

Deia, Un reportaje de Laura Fernández, 19-03-2017

DURANTE la mañana de ayer, la plaza de la avenida Kirikiño disfrutó, por tercer año consecutivo, de su ya tradicional Fiesta del Pan. Un convite que tiene como objetivo, según apuntó ayer Andere Ruiz, una de las coordinadoras, “fomentar la identidad del barrio y la convivencia entre su gente”. De hecho, la interculturalidad fue la gran protagonista y, el pan, el hilo conductor del festín. La música – tradicional de los diferentes países – tampoco faltó para animar a los asistentes.

Alrededor de las doce del mediodía, los encargados de hacer el pan ya estaban en sus puestos, para organizar todo con el objetivo de que los asistentes a la fiesta degustasen los diferentes tipos de pan. Es el caso de Ruth Castedo que, hace once años, decidió coger un avión para aterrizar en Bilbao desde su “amada” Santa Cruz, en Bolivia.

Se considera una “apasionada” de la repostería y confiesa que nunca sigue una “receta” al pie de la letra para hacer el pan. “Me gusta innovar con diferentes ingredientes”, declara. De hecho, en el día de ayer decidió cambiar el aceite por la mantequilla. Le añadió azúcar, sal y agua tibia – la que a veces sustituye por leche – . Y listo. Unos “minutillos” – algo que calcula “a ojo” – en el horno y preparado para degustar. Por segundo año consecutivo, se animó a bajar a la plaza de su barrio para que los vecinos prueben sus “mini panes”. No suele hacer el pan de unidades pequeñas, pero en este caso, cree que es “la mejor opción” para que cada persona tenga su “trocito de pan con una buena presentación”.

A su lado se encontraba Paolo Crocé, un italiano que, con sus dos tipos de pan, quiso trasladar a los vecinos bilbainos a la misma Italia. El tradicional pan de Sicilia es su especialidad. Según explicó Crocé, la masa que se utiliza es “muy parecida” a la que se utiliza normalmente para hacer “el tradicional pan”. La única diferencia es que necesita cocinar dos masas del mismo tamaño porque entre ellas introduce los dos ingredientes especiales: el brócoli y el chorizo. De hecho, este tipo de pan es uno de los que más éxito tuvo. “Es parecido al txoripan pero nunca se me hubiera ocurrido introducir el brócoli”, explica Martina Asensio, una vecina que degustaba su último trozo de este tipo de pan. El otro tipo de pan de este italiano, en cambio, lo amasa con vino y aceite. Según asegura Crocé, que se estrena participando por primera vez en esta edición, este pan tiene una “gran diferencia” porque el gusto del vino es “muy característico”.

“¿Te ha gustado?”, pregunta a José Ávila, un vecino colombiano asentado en Bilbao desde hace 8 años. “Prefiero la cerveza mucho antes que el vino, pero no está nada mal el pan con el regustillo del vino”, asegura Ávila con una sonrisa. De hecho, no dudó en volver a hacer la cola para poder saborear y disfrutar de nuevo de este estilo. “Intentaré hacerlo algún día en mi casa porque original es un buen rato”, explica.

El pan de El Salvador también estuvo presente de la mano de Reyna Aquiño, la veterana de la Fiesta del Pan. Una vez más, quiso que los asistentes probasen el pan que “sabe a quesadilla de mantequilla”. Sus ingredientes secretos: el queso de Burgos, la mantequilla y los huevos. En la misma línea, explica que “es muy fácil” porque cuando tiene preparados y mezclados todos los ingredientes, los vuelca en un molde para introducirlo en el horno. “Al final es parecido a una tarta”, relata.

El tradicional talo de Bilbao tampoco pudo faltar en esta celebración. De hecho, Unai Martín estaba aprendiendo a hacer la masa del talo “muy entusiasmado”. De hecho, iba a ser el primero que juzgase cómo le quedaba su primer talo “para ver si estaba aprobado”. “De aquí voy a ir a Santo Tomás o a alguna otra feria donde se hagan talos para catarlos”, bromea entre risas.

Durante toda la mañana, la plaza de Kirikiño, no dejó de llenarse de familias y cuadrillas que querían saborear los diferentes tipos de pan disfrutando a su vez de la interculturalidad. De hecho, la mayoría de los asistentes y participantes de la fiesta coincidieron en que era “un día especial” porque no querían que esta celebración tuviese fin. “Es bueno que las culturas se conozcan y se mezclen porque se aprende mucho de todas las personas”, confiesa Aquiño.

Novedad

En la tercera edición de la Fiesta del Pan, bajo el lema Amasamos los barrios en convivencia, hubo un nuevo enfoque donde las asociaciones tuvieron un gran espacio para poner su stand y mostrar el público el trabajo que realizan durante todo el año.

Precisamente, Fontso Cantera, uno de los coordinadores de ICI (Intervención Comunitaria Intercultural), destacó la importancia que tiene la realización de estos actos. “Vengamos de donde vengamos, tengamos las raíces que tengamos, lo que realmente nos une a las personas es que somos vecinos del mismo barrio”, asegura. De alguna manera, lo que pretenden desde la coordinación es “fomentar una identidad compartida” independientemente de la cultura.

En la misma línea, Andere Ruiz, que forma también parte del equipo de coordinación, explica que “el barrio lleva ya 100 años haciendo pan” y que, durante todos estos años, los cambios han sido “muy diversos”, al igual que la gente y las asociaciones. De hecho, cree que la diversidad de culturas es el rasgo principal y, “eso es lo que une el barrio”. “El camino sigue, así que entre todos, sigamos amasando el barrio”, concluyó.

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