Una agresión brutal a un vecino destapa un problema de inseguridad en Zorrozaurre

De 55 años, regresaba a casa de noche por el puente de Frank Gehry cuando fue golpeado y pateado en el suelo por varios jóvenes, que le robaron el móvil

El Correo, José Mari Reviriego, 19-03-2017

Un vecino de Zorrozaurre sufrió en la madrugada de ayer una brutal agresión cuando regresaba a casa después de haber estado de cena con unos amigos. La víctima, que ha denunciado los hechos ante la Ertzaintza, fue asaltada por varios jóvenes tras cruzar el puente de Frank Gehry, el único acceso que tienen los residentes con su barrio desde que el Ayuntamiento de Bilbao cerró la carretera que les unía a la rotonda de Botica Vieja.

A «doscientos metros del portal» de su vivienda, el hombre recibió un fuerte golpe en la cabeza – cree que «con un palo» – que le hizo caer al suelo, donde le patearon al menos tres personas. Los agresores le robaron un móvil y una «carterita en la que apenas podría haber diez euros», declaró ayer su mujer a este periódico, aún sobresaltada por la violencia del ataque. «Casi le matan para llevarse un teléfono. Tenemos miedo», denunció la mujer.

La sensación de inquietud es compartida por el resto del vecindario. El asalto ha destapado un problema de inseguridad en Zorrozaurre, especialmente acuciante desde que los vecinos sólo tienen un acceso para entrar y salir del barrio, y presenta una imagen de provisionalidad. En contacto con EL CORREO, explicaron que el puente se ha convertido en «una ratonera». Según sus testimonios, el tramo «más peligroso» está en la confluencia con Zorrozaurre.

Se trata de una zona sinuosa en la que hay vallas en ambos lados de la calzada que «impiden ver si alguien está escondido». Nada más cruzarla está la zona de la última agresión, ocurrida en la noche del viernes al sábado – sobre la una y media de la madrugada – . Tras el robo con violencia, la víctima quedó tendida en un charco de sangre sobre la acera. La primera ayuda vino de la mano de un grupo de jóvenes clientes de la discoteca de Zorrozaurre que, por otra parte, tantos quebraderos de cabeza ha dado al vecindario. «Esta vez, nos ayudaron», les agradeció ayer una vecina. Una ambulancia trasladó al herido al hospital de Basurto, donde recibió varios puntos en el labio y en la cabeza. Después fue dado de alta y ayer reposaba en casa.

Pabellones ocupados

La agresión ha causado una profunda conmoción en un barrio sometido a diferentes tensiones. Los vecinos llevan años denunciando actos vandálicos durante los fines de semana que vinculan a usuarios de la discoteca y al auge descontrolado del ‘botellón’. Sus problemas parecen haber aumentado a raíz de que las instituciones han levantado tinglados para obras en la punta de entrada de Zorrozaurre.

Hay dos tajos previstos. La apertura del canal de Deusto, que acumula serios retrasos. Y el derribo de pabellones en desuso, varios de ellos ocupados por «inmigrantes», según denuncian los vecinos. Las instituciones quieren hacer de Zorrozaurre un Manhattan para Bilbao, pero los residentes temen que «antes se convierta en el Bronx».

El puente de Gehry es su único punto de unión con el resto de la ciudad y sus miedos van en aumento cada vez que tienen que pasar por él, a pesar de estar al lado del flamante hospital del IMQ. En un barrio comunicado solo por el Bilbobus como medio de transporte público – el último servicio finaliza a las 22.30 horas – , los residentes acostumbran a desplazarse a pie para entrar y salir del barrio.

En la misma noche de la agresión, muchos utilizaron la pasarela para acudir a la zona de txosnas instalada bajo el puente Euskalduna, en Botica Vieja, con motivo de las fiestas de Deusto. «Una hora después yo pasé sola por ahí», confesó una mujer. El vecindario, que denuncia también robos de bicicletas, tiene «miedo». Algunos padres cruzaron ayer mensajes de ‘whatsapp’ en los que se planteaban «prohibir a los hijos que vayan solos».

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