Un paquete extraviado delató a los polizones

El conductor se alarmó al encontrar una bolsa que no era suya y revisó el camión

Deia, I. Gorriti, 04-03-2017

Durango – Donde el corazón te lleve. Más que un título de película es un realidad palpable en la vida arriesgada de las dos familias refugiadas por el Ayuntamiento de Durango procedentes del Kurdistán iraquí y que quién sabe los caminos que han reventado. Poco o nada ha trascendido de su pasado más lejano ni dónde, por ejemplo, nació el bebé de 18 meses que hoy sonreía seguro y se le oía jugar en la vivienda municipal de la villa vizcaina. Más que curiosidad de saberlo es empatía. El matrimonio con dos hijos y una madre junto a otro menor tenían (mantienen) el horizonte puesto en el Reino Unido. Así lo han hecho saber. Quieren llegar hasta aquel país que ha acogido al resto de su familia. Sueñan, arriesgan su vida por la reagrupación. Por ello, no pensaron dos veces colarse al interior de un camión de la firma Fuentes. En un remolque frigorífico.

El vehículo partía de Murcia e hizo noche en tierras valencianas. No ha trascendido en qué momento buscaron alojo en él. Ahora bien, puestas las miras en Gran Bretaña, buscaban ya sea la autopista francesa o como ocurriera en fechas recientes ir de polizones en el ferri que une Santurtzi con la localidad inglesa de Portsmouth.

Desde Murcia Desde Murcia, la firma de servicios logísticos Fuentes se muestra sorprendida por el viaje que realizaron estas dos familias ocultas entre tabletas de chocolate con destino a la empresa Eroski en Elorrio. El director financiero, Francisco Mateo, afirmó ayer a DEIA que están a la espera de que regrese el conductor del camión que, sin saberlo, transportaba a siete personas indocumentadas. “Abriremos una investigación interna porque es la primera vez que nos ocurre algo así. Sabemos que en algún caso llegan a desmontar las puertas para entrar”.

Al parecer, el conductor se alarmó al encontrar en el camión una bolsa que no era suya. De ahí, miró en el interior del vehículo frigorífico y se encontró a un hombre tapado con una manta… y entre las cajas de chocolate, seis personas más, entre ellas los cuatro niños.

Tras ser descubiertos, se les trasladó al Punto de Atención Continuada (PAC) del centro de salud Landako de Durango. Los menores sufrían principio de hipotermia y una de las madres mareos. A continuación fueron alojados en una de las viviendas que gestiona el Ayuntamiento de Durango y, tras descansar ayer, se sentían “agotados”, pero con júbilo: reían, bromeaban, jugaban, cocinaban, e incluso cantaban algunas canciones de su cultura.

“Que no se nos olvide”, subrayaron desde la Diputación Foral a DEIA, “que si quieren hoy mismo pueden buscar la frontera porque son personas libres”.

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