SAN SEBASTIÁN
Cientos de personas reclamaron
ayer en San Sebastián que se facilite
la acogida de refugiados que huyen
de la guerra en sus países, en
una manifestación que recorrió las
principales calles de la capital guipuzcoana.
La marcha, organizada por la
plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak-
Bienvenidos Refugiados, partió
pasado el mediodía del barrio
de Sagüés, junto a cuya Paloma de
la Paz se fueron agrupando los
participantes. Desplegaron una
pancarta con el lema en euskera:
«Bienvenidos refugiados, solidaridad.
Pasaje Seguro. Traed a vuestras
familias». Además varias personas
portaban lemas en inglés a
favor de la acogida a los que se ven
obligados a exiliarse de sus países.
Entre los congregados se encontraban
miembros de Podemos, como
Josu del Moral, y de EH Bildu,
como Joseba Álvarez, además de
personas de distintas nacionalidades,
algunas de ellas procedentes
de dictaduras o países en conflicto,
como Eritrea, Guinea Ecuatorial,
Siria y Afganistán.
Tras recorrer el paseo de la playa
de la Zurriola, la comitiva se internó
en el Boulevard, y transitó
por los jardines de Alderdi Eder y
el paseo de La Concha para finalizar
junto al Peine del Viento después
pasar por el túnel del Antiguo
e incorporar a cientos de personas
a la comitiva a lo largo de todo el
trayecto.
Al final del recorrido, el portavoz
de la asociación organizadora,
Juantxo Domínguez, leyó un comunicado
en el que lamentó que en el
actual «momento histórico» los ciudadanos
no sean «conscientes de
que los gobiernos europeos están
actuando contra el principio de que
los seres humanos, sin distinción
alguna, deben gozar de los derechos
y libertades fundamentales».
«Por cada valla, cada muro, una
mafia se lucra con lo poco que les
queda a los que llegan a nuestras
fronteras. Mujeres y niñas son violadas
como pago para cruzar fronteras
y sometidas a abusos sexuales
desde el origen hasta llegar a
un lugar seguro», dijo Domínguez.
En su opinión, «la fortaleza de
Europa evidencia hoy su mayor debilidad
», porque «la solidaridad ha
fracasado por voluntad de sus gobernantes
cuyas decisiones deberán
ser juzgadas», pues los ciudadanos
están «cansados de que sus
actuaciones que conllevan el coste
de vidas humanas, queden impunes
».
El portavoz de Ongi Etorri concluyó
señalando: «La omisión es
asesinato. Somos los pueblos europeos
los que decimos no, a esta Europa
de la fortaleza».