La Xunta refuerza la lucha contra la tuberculosis en los inmigrantes

La Voz de Galicia, 24-03-2006

Las cifras de los últimos cuatro años han animado a la Xunta a incrementar la presencia de su programa de lucha contra la tuberculosis entre la población inmigrante.
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La edición de folletos informativos en rumano y árabe simbolizan una preocupación que, según los especialistas, no debe, por el momento, alarmar a la sociedad. No existe, insisten, ningún motivo de preocupación, pero sí campo para la prevención.

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El balance de los diez años de vida del programa de la Xunta contra la tuberculosis es claramente positivo. Se ha pasado de 2.030 diagnósticos en el año 1996 a 985 en el 2005. Porcentualmente, el número de casos ha descendido en un 51%, justamente el objetivo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha fijado para el período 2006 – 2015 con su programa StopTB, que este año domina la celebración mundial del día de la tuberculosis (jornada que se conmemora hoy).
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Las cifras de Galicia, apunta el doctor Abel Rodríguez, de la unidad de tuberculosis del Complexo Hospitalario de Ourense, son satisfactorias, aunque están por debajo de líderes europeos, como Holanda, que registran 5 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 35 de la media gallega.
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En cualquier caso, cifra el éxito de la última década en el programa autonómico, centrado en el diagnóstico rápido, el control de que el paciente cumple estrictamente el tratamiento farmacológico y el estudio de su entorno, para prevenir contagios y, por consiguiente, la extensión de la enfermedad.
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El descenso de la incidencia global se ha dejado sentir también en la población afectada de sida, que pasó de ser un 9,5% en 1996 al 4,6 en el 2005. En situación diferente se encuentra la población inmigrante. En el 2005, este sector registró 54 enfermos, un 5,48% del total, con un incremento superior a cuatro puntos desde el 2002. A ellos se destinan gran parte de los esfuerzos informativos y de diagnóstico de las unidades de tuberculosis aunque sin olvidar, insiste Abel Rodríguez, que en Galicia la situación no es preocupante. Hay que evitar que se vea esta circunstancia como un motivo más de discriminación, asevera, porque no tiene justificación. «No hemos tenido problemas en acercarnos a estas comunidades – añade – y realizar la labor de prevención y tratamiento. No es un problema relevante en Galicia».

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