El guardaespaldas de Marine Le Pen, Thierry Légier, así como la jefa de gabinete de la candidata, Catherine Griset, fueron interrogados ayer por la policía francesa en relación con la trama de los empleos ficticios en el Parlamento Europeo. Tras pasar casi toda la jornada bajo custodia policial, Légier fue liberado mientras que Griset, antigua cuñada de Marine Le Pen, ha sido imputada por «abuso de confianza».

La policía registró ayer el domicilio de Légier y, de nuevo, la sede del partido, situada en Nanterre, a las afueras de París, llevándose consigo copias del disco duro de Griset. El Parlamento reclama a la eurodiputada y favorita en los sondeos 339.946 euros por estos contratos de personal que, en realidad, habrían seguido trabajando en Nanterre para el partido y no en Bruselas como asistentes de los europarlamentarios.

Griset cobró de las arcas públicas de la Unión Europea a lo largo de varios años cerca de 300.000 euros.

En el caso de Légier, guardaespaldas de Jean-Marie Le Pen desde 1992 y luego de su hija, éste se benefició de 7.237 euros mensuales entre octubre y diciembre de 2011.

Para conseguirlo, el partido habría producido contratos falsos como si se tratara de asistentes locales, pero ni él ni Griset ni el partido han entregado pruebas para demostrar que así fuera.

Los problemas judiciales por casos de empleos ficticios están salpicando la campaña electoral de Le Pen y la del conservador François Fillon en distintas proporciones. Con la diferencia, además, de que los múltiples frentes que la ultraderechista y su partido tienen abiertos con la Justicia no parecen frenarla en los sondeos, donde sigue siendo la favorita en la primera vuelta con el 27% de los votos y alcanza incluso el 42% y 44% en una hipotética segunda vuelta frente a Emmanuel Macron o François Fillon.

«Los franceses saben perfectamente diferenciar entre un auténtico caso y un complot político», dijo Le Pen ayer miércoles en referencia a la investigación que también persigue a Fillon. Ambas investigaciones avanzan con rapidez pero parece poco probable que alguno de los dos candidatos sea imputado ante de los comicios. Aún así, Le Pen asegura que seguirá adelante incluso si resulta imputada.