El 41,5 por ciento de los inmigrantes de la región es menos feliz aquí que en su país

ABC, 22-03-2006


M. J. ÁLVAREZ

MADRID. Con convicciones religiosas mermadas; menos satisfechos que en sus países; con deseos de seguir formándose; bien tratados, y con intención de regresar cuando logren sus objetivos. Éste es el perfil de los inmigrantes en la región, a tenor de una encuesta sobre su nivel de integración en la vida de Madrid realizada por la Fundación Social de la Universidad Francisco de Vitoria, presentado ayer, coincidiendo con el Día Mundial contra el Racismo.

Si la felicidad está ligada al nivel de integración de los inmigrantes, el 41,5 por ciento de los extranjeros se siente menos dichoso aquí que en su lugar de origen; el 37 por ciento, más que antes, y el 21,4, igual. No obstante, la mitad piensa que se sentirían más satisfechos en su tierra si obtuvieran en España lo que desean.

La muestra estadística, realizada a 500 personas de treinta nacionalidades distintas, ahonda en el trato que reciben: para el 47 por ciento es bueno, «como a uno más», si bien el 53,6 por ciento dice que varía en función de su utilidad.

Tan español como de su país

Y un dato importante: el 38 por ciento se siente tan español como nacional de su país. Respecto a la formación, sólo el 13 por ciento carece de ella, y al 76 por ciento le gustaría ampliarla, aunque no lo hace por falta de tiempo. Respecto a la educación, uno de cada cinco escolares se siente discriminado, por lo que demandan más programas de apoyo. Mientras que el 78,1 por ciento de los padres anima a sus hijos a estudiar, un 7 por ciento no lo hace porque deben trabajar para ayudar a la familia. El 75 por ciento cree que ésta se ve perjudicada por la incorporación de la mujer al trabajo. Y un dato para la reflexión: el 25 por ciento ha perdido sus convicciones religiosas.

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