La Fundación Valle Salado de Añana cumplió ayer con el compromiso adquirido hace unos meses y entregó una tonelada de sal a la ONG Hondarribia – Katsikas, intermediaria en el envío hacia los campos de refugiados que hay en Grecia.

El pasado mes de noviembre, la ONG solicitó azúcar y té para enviar a Grecia y en aquella colecta, que tuvo su mayor reflejo en el concurso infantil de pintura celebrado en el Club Náutico, se contaba ya con la sal que iba a donar la fundación alavesa.

El envío de la sal a Grecia es una iniciativa de Hondarribia – Katsikas y la Fundación Valle Salado de Añana, pero en la ejecución de la misma están participando más entidades. Por ejemplo, Arraun Elkartea, que prestó una de sus furgonetas para que miembros de la ONG recogieran la sal y la llevarán a uno de los almacenes que el Banco de Alimentos de Gipuzkoa tiene en Oiartzun. Desde allí, será la asociación Zaporeak quien se encargue de llevar a Chios la sal y el azúcar y té recogidos en el Náutico.

En un principio el destino de la sal iba a ser Katsikas, campamento con el que la ONG hondarribitarra está especialmente sensibilizada, pero las circunstancias especiales del invierno en Grecia han hecho que el plan haya sido modificado y el destino final sea la isla de Chios, donde Zaporeak tiene instaurado un sistema de reparto de comida que abastece diariamente a más de 2.000 refugiados.

El cambio de planes ha motivado una reestructuración del proceso y, hasta que no ha estado garantizado el mismo, la ONG no se ha desplazado a Salinas de Añana a por la mencionada tonelada de sal.

Este envío de condimentos se suma a la lista que arrancó con los dos camiones de ropa y que ha seguido con mobiliario, máquinas de coser, depósitos de agua para familias, material escolar, juegos, inhaladores infantiles, hamacas para bebés y dos coches que había donado el Ayuntamiento de Donostia.

Además, Hondarribia – Katsikas colabora con otras ONGs que están trabajando en Grecia y ha mantenido contactos con las instituciones vascas para agilizar los trámites de asilo de una serie de familias con miembros enfermos graves que viven en los campos de refugiados griegos.

A la venta boletos de la rifa

Aparte del envío de toda clase de material y comida, la ONG Hondarribia – Katsikas está ahora enfrascada en el gran sorteo que se llevará a cabo el 22 de abril. Esta misma semana se han puesto a la venta, en más de treinta comercios de la ciudad y por parte de voluntarios, los boletos de esa rifa, en un número simbólico de 17.345, tantos como habitantes hay en la ciudad, al precio de un euro cada uno.

La acogida de esta rifa ha sido extraordinaria y no sería de extrañar que se agotaran todos esos boletos pero, si eso ocurriera, en principio la ONG no tiene previsto lanzar más números.

Hasta la fecha la lista de regalos supera las trescientas unidades, donados por comerciantes, hosteleros, artistas, deportistas y profesionales de todos los ámbitos de la sociedad hondarribitarra, pero se espera que pueda seguir creciendo hasta aproximadamente cuatrocientos.