PROTESTAS EN FRANCIA

Uno de cada tres franceses se declara racista

El Mundo, 22-03-2006

Uno de cada tres franceses se declara abiertamente racista. He aquí la conclusión del estudio que presentó ayer la Comisión Nacional de Consulta sobre los Derechos Humanos (CNCDH). El porcentaje supera en un 8% los datos relativos a 2004 y se atiene a la hipersensibilidad de la opinión pública respecto al fenómeno de la inmigración extranjera.

No es todo. Resulta que el 63% de los franceses sostienen que «ciertos comportamientos pueden justificar reacciones racistas».En consonancia, el 56% de nuestros vecinos considera excesiva la presencia de extranjeros, es decir, un 18% más de cuanto lo pensaban en el ejercicio 2004.


El informe presentado ayer subraya que han disminuido los actos de violencia racista y que ha aumentado peligrosamente la xenofobia latente. Dicho de otro modo: los franceses sienten amenazado su territorio pero todavía no han pasado a la acción para defenderlo de los invasores.


La prueba está en que en 2005 se registraron 974 agresiones racistas.Muchas menos de las 1.574 señaladas en 2004, aunque el informe de la CNCDH también puntualiza que el número de afectados por la violencia no ha variado en los dos últimos años.


«Por un lado se ha radicalizado el carácter de la opinión hostil contra los extranjeros. Y, por otro, la sociedad que no se reconoce racista adopta una posición pasiva respecto al fenómeno del racismo», señala el estudio.

Miedos laborales

El cambio de mentalidad también concierne a los miedos del mercado laboral. Son menos los franceses que consideran la inmigración como un factor importante de la economía nacional. También ha disminuido la cifra de quienes piensan que los extranjeros realizan tareas ingratas o normalmente ajenas a los ciudadanos de primera.


«Se ha observado que la opinión pública no distingue entre extranjero e inmigrante. Ambos conceptos se asocian inmediatamente al árabe, al magrebí o al africano», indica un pasaje del estudio presentado ayer.


También avanza la desconfianza hacia los fieles de religión musulmana.El 63% los considera directamente un grupo aparte – un 6% más que el año pasado – mientras que el 44% señala que los franceses seguidores de Alá no son franceses como los demás, según precisa el sondeo.


A la vista de semejantes estadísticas, la Liga de los Derechos del Hombre (LDH) no duda en culpabilizar al Ejecutivo francés.Le acusa de haberse desentendido de la integración y de haber manejado un lenguaje incriminatorio y provocador en relación al fenómeno de los extranjeros.

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