Mesa de Redacción

Anestesiados

Diario de Noticias, Por Joseba Santamaria, 10-02-2017

ya no se mueren sólo ahogados en las aguas del mar por miles, ahora también se están muriendo por cientos de frío en los miserables campos de concentración donde Europa los ha encerrado. Asistimos a un genocidio de guerra y hambre sin que ocurra nada. Bueno sí, ocurre que las medidas que se toman sólo aumentan el sufrimiento de miles de personas migrantes y refugiados eludiendo la responsabilidad de solidaridad y auxilio. Hace unos meses la imagen de Aylan, un niño de tres años ahogado en una playa griega cuando intentaba huir con su familia del fanatismo islámico, se convirtió en simbólica, movilizó la solidaridad y alimentó las críticas a la inacción de los gobiernos. Y nada más. Hace sólo unos días, el cuerpo de otro niño – se llamaba Samuel, tenía seis años y huía de la violencia del Congo – apareció ahogado en una playa de Barbate. Ni se movilizó la solidaridad, ni arreciaron las críticas. Simplemente, ese niño acabó como una cifra más en el inventario diario de este desastre humano. Y a Samuel le sustituirá otro niño o niña en cualquier playa o campo sin que pase nada. La información ha acabado por convertirse en anestesia para la sociedad. Pero antes o después el tiempo pondrá a este presente ante el espejo de su miseria y la imagen será desoladora para quienes la contemplen. ¿Y nuestra responsabilidad?

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