El 50% de los inmigrantes llegados a España en los últimos cinco años se siguen sintiendo nacionales de su país, mientras que el 38% comparte ese sentimiento con el de ser también español. Así lo refleja un estudio, al que tuvo acceso Efe, sobre la integración social de inmigrantes en la Comunidad de Madrid elaborado por la Cátedra de Inmigración de la Fundación Social de la Universidad Francisco de Vitoria.

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Del medio millar de inmigrantes encuestados para llevar a cabo este trabajo, un 35% lleva menos de un año en España, mientras que el 65% restante lleva entre uno y cinco años. Más de la mitad del total, un 53,3%, ya han regularizado su situación y viven en pareja o con familiares o amigos.

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Sobre su desarrollo vital, cuestión por la que hasta ahora, según el informe, nadie se había interesado, la mayoría son menos felices que cuando estaban en su país – 41,5% – , casi en la misma proporción que los que se declaran más felices – 37,1% – , y el 21,4% dice sentirse «igual que antes». El 51,6% de los inmigrantes encuestados piensa que puede ser más feliz en España si consigue alcanzar sus metas, mientras que el 48,5% cree que en su país sería más feliz si lograse las cosas que le faltan.

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Además, el 46,4% asegura sentirse bien tratado como persona aunque la mayoría – 53,6% – afirma que se les trata en función de su utilidad.

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En materia religiosa, casi todos – el 99,2% – llegaron a España con convicciones religiosas, pero el 14,6% la ha perdido ya y el 9,8% la está perdiendo progresivamente. El informe destaca que el 69% que mantiene igual su fe en Dios y un 5,8% dice que incluso la ha incrementado.

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Igualdad hombre – mujer

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Respecto a la igualdad hombre – mujer, el estudio concluye que «son más avanzados» de lo que se podía prever si se mira a sus países de origen, «donde predominan todavía las tradiciones machistas». Así, los hombres consideran que el 64,4% de sus compatriotas inmigrantes son favorables a la igualdad, y las mujeres también afirman lo mismo en un 63,4%. La mayoría considera positiva la incorporación de la mujer al trabajo, aunque eso ha perjudicado a la vida en familia según el 83,6% de los hombres y el 72% de las mujeres. Aún así consideran que, aunque depende de las circunstancias, si alguien debiera renunciar al trabajo por necesidad familiar, debiera ser la mujer – 27% – y que sigue habiendo diferencias entre hombre o mujer en la forma de trabajar dependiendo de qué tipo de trabajo sea.

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Respecto a la formación, la mayoría de los encuestados viene con estudios primarios, hay un 18,4% que posee estudios universitarios y un 13% no tiene ninguna formación. El informe subraya que a un 76% le interesaría seguir estudiando, pero no lo hace por falta de tiempo.