De las 736 personas extranjeras empadronadas en Basauri, más de la mitad son mujeres. Un estudio del área de Empleo del Ayuntamiento de Basauri sobre la situación de los inmigrantes del municipio explica que ellas se dedican a realizar trabajos domésticos y a tareas relacionadas con el cuidado de las personas dependientes. En cualquier caso, sus condiciones laborales son peores que las de la población local y también que las de los hombres inmigrantes. Ellos trabajan en la construcción, carga y descarga y hostelería. El 80% no ha tenido contacto con los servicios sociales.

El informe, elaborado mediante entrevistas a inmigrantes y a las áreas de Sanidad, Educación y Vivienda, señala que de los extranjeros que viven en Basauri, 655 son extracomunitarios – llegan de Colombia, Rumania y Marruecos en su mayoría – . Su edad media es de 28 años y viven «con normalidad». «Sin embargo, el desconocimiento de los recursos deportivos, culturales y asociativos, unido a la ausencia de ocio de los inmigrantes que dedican casi todo su tiempo a subsistir, hace que su participación en la vida social y cultural sea casi inexistente», explicó Arturo Muñoz, edil de Empleo de Basauri.

El 53,55% posee estudios primarios, medios o secundarios y un 6,6% titulación universitaria. El 11,6% es analfabeto. Su mayor problema de integración en el trabajo llega a la hora de homologar las titulaciones. «Además, la mayoría quiere estudiar euskera pero la precariedad laboral lo dificulta». Con todo, 151 extranjeros están matriculados en los centros escolares y medio centenar en el Centro de Educación de Adultos, Denok Eskola. El Ayuntamiento contratará a un técnico de inmigración para potenciar la integración social de estos vecinos.