Primeros refugiados detenidos en EE UU

Trump levanta un muro diplomático con los países no aliados de Oriente Próximo

Diario Sur, MIKEL AYESTARAN , 29-01-2017

Dos iraquíes protagonizaron ayer el primer caso de refugiados detenidos en Estados Unidos por proceder de países considerados suscepctibles de exportar terroristas. Pocas horas después de la entrada en vigor de la orden ejecutiva firmada por Donald Trump que impone una moratoria de noventa días a la entrada en territorio norteamericano de ciudadanos de Irán, Irak, Yemen, Sudán y Libia, suspende indefinidamente la admisión de refugiados sirios y paraliza el Programa de Admisión de Refugiados, comenzaron a sufrirse las consecuencias.

Los primeros casos que trascendieron fueron los de dos viajeros que procedentes de Bagdad aterrizaron en el aeropuerto JFK de Nueva York y que fueron arrestados en la terminal. Uno de ellos trabajó para el Gobierno estadounidense en su país durante diez años, según sus abogados, y el otro viajaba para reunirse con su mujer y su hijo, refugiados tras haber colaborado con el Ejército norteamericano tras la invasión de 2003.

A ellos se unió en El Cairo una pareja también de iraquíes y sus tres hijos, todos con visas para Estados Unidos, que fueron rechazados en un vuelo de EgyptAir, que, como el resto de líneas aéreas, comenzaron a echar atrás el embarque de ciudadanos de los siete países de la lista negra de Trump con destino a Estados Unidos.

El decreto titulado ‘Proteger a la nación de la entrada de terroristas extranjeros a Estados Unidos’ llegó al final de la primera semana de Trump en la Casa Blanca y recibió la respuesta inmediata de Irán, que lo calificó de «insulto». El Gobierno de Teherán fue el primero en adoptar medidas de respuesta y, como suele hacer en estos casos, a partir de ahora aplicará «el derecho de reciprocidad contra las políticas hostiles del Gobierno de Estados Unidos para proteger los derechos de sus ciudadanos», según la nota difundida por el Ministerio de Exteriores, en la que condenó la «precipitada decisión» de Trump.

Esto significa que se suspende la emisión de visados para estadounidenses que quieren viajar a la república islámica. Después de casi cuarenta años sin relaciones diplomáticas, el Acuerdo Nuclear de 2015 supuso una especie de deshielo entre las dos potencias, pero Trump quiere poner límites a este pacto cuanto antes, tal y como declaró a lo largo de la campaña electoral. El presidente Hasán Rohani, sin referirse expresamente a su homólogo estadounidense, señaló que «no es hora de levantar muros». Si el que Trump quiere terminar de construir en la frontera mejicana es de alambre y hormigón, el que ha levantado con este decreto es un muro diplomático en toda regla. Junto a Irán, otro de los países afectados, Sudán, «lamentó» la decisión y deploró que haya sido tomada días después del levantamiento «histórico» de sanciones económicas por parte de la administración de Barack Obama.

‘Chequeo extremo’

La decisión del nuevo inquilino de la Casa Blanca, que con este decreto cumple otra de sus promesas electorales, suspende por primera vez en cuatro décadas el programa de admisión de refugiados, que había permitido acoger a unas 2,5 millones de personas desde 1980, según el centro de estudios estratégicos con sede en Washington, Pew. Trump hace historia y a través del ‘chequeo extremo’ pretende recibir sólo «a quien apoye a nuestro país y a quien ame a nuestro pueblo», según declaró durante la investidura de James Mattis como secretario de Defensa en el Pentágono.

El director ejecutivo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), Anthony Romero, señaló que el «’chequeo extremo’ es solo un eufemismo para discriminar a los musulmanes», según declaraciones recogidas por la agencia AFP, aunque en la lista no se incluyen a otros países de la región también musulmanes, pero aliados del Gobierno de Washington y de Israel, como Egipto, Jordania o Arabia Saudí.

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