ROMA – El lehendakari, Iñigo Urkullu, concluyó ayer su viaje a Roma con una visita al secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, al que presentó los grandes ejes de actuación del Gobierno Vasco: desarrollo humano, integración social, igualdad y servicios públicos de calidad; empleo reactivación y sostenibilidad; convivencia y derechos humanos, y modelo de autogobierno dialogado. Sin embargo, durante el encuentro en El Vaticano, el lehendakari se centró en la nueva de derechos humanos. En esta línea, Urkullu avanzó a Parolin que el Plan de Convivencia y Derechos Humanos que elaborará Lakua incluirá como uno de sus ejes la interreligiosidad e interculturalidad, “dos conceptos enmarcados en la agenda emergente del siglo XXI en el ámbito de Derechos Humanos”, explicó el Gobierno Vasco en un comunicado de prensa.

El lehendakari compartió con el cardenal su “profunda preocupación por la situación que padecen los refugiados y por la insuficiente capacidad de reacción de los gobiernos estatales europeos y de las instituciones comunes”. Ante ello, expresó “la importancia del impulso que desde las Conferencias Episcopales puede tener la iniciativa de los corredores humanitarios”. La víspera, el lehendakari conoció de primera mano la experiencia en la materia de la Comunidad de San Egidio, premio René Cassin del Gobierno Vasco el pasado diciembre.

Gracias a un acuerdo alcanzado con el Gobierno italiano el año pasado, la comunidad religiosa traslada a personas en situación de vulnerabilidad con un “visado humanitario”. Durante su visita del jueves, Urkullu anunció su intención de incluir la propuesta de establecer corredores humanitarios en la agenda de temas que tratará con Mariano Rajoy en una reunión bilateral que mantendrán próximamente.

Asimismo, Urkullu también manifestó su coincidencia con el “compromiso común en favor de los inmigrantes, refugiados y desplazados que haga posible darles una acogida digna”, que expresó el papa Francisco el pasado lunes. Según el Gobierno Vasco, “este discurso ponía el acento en la necesidad de conjugar el derecho de cada persona a emigrar y, al mismo tiempo, garantizar la posibilidad de una integración de los inmigrantes en los tejidos sociales en los que se insertan, sin que estos sientan amenazada su seguridad, su identidad cultural y sus propios equilibrios políticos y sociales”. “Por otra parte, los mismos inmigrantes no deben olvidar que tienen el deber de respetar las leyes, la cultura y las tradiciones de los países que los acogen”, añadió. Además, el lehendakari insistió en la importancia de recuperar los valores de una Europa Social. Al encuentro en El Vaticano también asistieron el secretario general para la Paz y la Convivencia, Jonan Fernández, y la secretaria general de Acción Exterior, Marian Elorza. En él, el lehendakari cursó una invitación para una posible visita del papa Francisco a Euskadi y recordó que ya lo hizo con motivo de “una posibilidad que hubo de un viaje del Santo Padre al Estado español”.

señal de los vascos “Y no sólo que pueda visitar Euskadi – ahondó – , sino que he trasladado también el deseo de que siempre que vamos a un lugar especial y, también en coordinación con el resto de instituciones vascas, podamos dejar una señal de los vascos en el mundo y qué mejor señal que un retoño del árbol de Gernika en El Vaticano”. Urkullu indicó que el objetivo del encuentro era explicar a Parolin cuál es el propósito de la construcción de un país y de construcción de una sociedad mediante el diálogo en aras al acuerdo. En este sentido, el lehendakari señaló que el cardenal “conoce todos los esfuerzos” que se han venido realizando en Euskadi “en pro de la consecución de una situación de paz justa, duradera y definitiva. “Ha sido una oportunidad para insistir en ello y para buscar el apoyo de agentes que no solamente sean vascos y que trabajen en este ámbito de consolidación de derechos humanos y de la consolidación de una convivencia en paz, justa y duradera”, concluyó.

En corto

Agenda de Derechos Humanos. Durante su encuentro con Parolin, Urkullu se centró en la nueva agenda de derechos humanos y avanzó que el Plan de Convivencia y Derechos Humanos que elaborará el Gobierno Vasco incluirá como uno de sus ejes la interreligiosidad e interculturalidad.

Crisis migratoria. Urkullu también abordó la crisis de refugiados, un tema que ha estado en el centro del viaje a Roma. En este sentido, el lehendakari mostró su “profunda preocupación por la situación que padecen los refugiados y por la insuficiente capacidad de reacción de los gobiernos estatales europeos y de las instituciones comunes”, un análisis que comparte con las autoridades del Vaticano.

Invitación. El lehendakari cursó una invitación al Papa Francisco a visitar Euskadi cuando tenga disponibilidad de agenda. Urkullu ya lo hizo en 2015 a través del presidente de la Conferencia Episcopal Española y exobispo de Bilbao, Ricardo Blázquez.