I. R. T.

VALENCIA. Entraban en España con una carta de invitación que les hacía pasar por turistas y con una promesa de trabajo como paso previo a un futuro más próspero. La hipoteca de su sueño tiene una cifra, los 2.400 euros que les cobraba la red que facilitaba, a base de engaños, su introducción ilegal en nuestro país. Ese dinero les debía dar acceso no sólo al billete de avión, sino también al alojamiento, manutención y un puesto de trabajo legal en el lugar de destino.

Ya en Valencia contactaban con los responsables de la organización en la ciudad, quienes les debían facilitar el resto de servicios contratados en el «paquete» por el que pagaban los 2.500 euros. Sin embargo, descubrían que los papeles para regularizar su situación nunca llegaban; descubrían que tenían que pagar 70 euros semanales por vivir hacinados en condiciones miserables y dormir sobre colchones en el suelo; descubrían, en fin, que el trabajo que les debía hacer prosperar, les condenaba a dejarse los riñones en el campo recolectando naranjas por un escuálido salario de 10 euros diarios muy alejado de los 1.500 euros mensuales con los que les sedujo aquella agencia de viajes que a través de una televisión local boliviana «vendía» sugerentes propuestas de empleo.

Ni contrato, ni seguro médico, ni alta en la Seguridad Social…Nada de lo prometido. Sólo una amenaza permanente de dejarles tirados a su suerte si no aceptaban las condiciones impuestas. Al menos cien inmigrantes han sido víctimas del engaño ahora descubierto por la Policía Nacional. Los agentes de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificaciones de Valencia en colaboración con efectivos de la Comisaría de Sagunto han desarticulado una importante organización dedicada al tráfico de ciudadanos bolivianos para su explotación laboral.

Las sospechas policiales se desataron tras detectarse «un importante incremento de bolivianos en situación irregular en plena campaña de recolección de la naranja» y las investigaciónes han permitido la detención de 23 personas. Entre los arrestados figura un matrimonio, de origen boliviano, considerados los cabecillas de la organización por su papel en el favorecimiento de la inmigración ilegal y el tráfico de mano de obra clandestina.

Actuaban en connivencia con el gerente de una empresa valenciana de servicios de cesión de trabajadores agrícolas, que también ha sido detenido por sun presunta cooperación.

En el marco de la operación denominada Frida, la Policía ha detenido a 15 ciudadanos bolivianos en situación irregular. No son, sin embargo, las únicas víctimas de esta organización, que según las estimaciones policiales, habría conseguido engañar a más de cien personas, con lo que habría conseguido recaudar cerca de 250.000 euros.