Madrid responde con más patrulleras al arribo masivo de inmigrantes a Canarias

Gara, 16-03-2006


MADRID

El Gobierno español decidió ayer aumentar los controles, tanto en las costas españolas como en las mauritanas, para intentar frenar la llegada masiva de ciudadanos africanos a las islas Canarias.

El incremento del flujo de cayucos ­pesqueros mauritanos­ que se está registrando estos días ha encendido la alarma de las autoridades españolas. El Gobierno del PSOE convocó ayer a una reunión a los ministros de Interior, Trabajo y Asuntos Sociales y Exteriores, y al secretario de Estado de Defensa, para tomar medidas urgentes.

El Gobierno acordó ofrecer a las autoridades de Mauritania patrulleras para que vigile sus costas y ayuda económica para establecer centros de acogida para los cientos de inmigrantes procedentes de países como Malí, Senegal y Angola, que se embarcar en Mauritania hacia Canarias. Varios delegados del Gobierno viajarán hoy al país africano para presentar su oferta a las autoridades.

El Gobierno español utilizó la misma estrategia de «cooperación» con Marruecos, hasta hace poco punto de partida de la mayoría de las pateras que intentaban llegar a Canarias. Sin embargo, en vez de solucionar el problema, desplazó el punto de partida hacia el sur, lo que dificulta el viaje y aumenta la probabilidad de naufragar. Pese a ello, no parece que estos obstáculos consigan desalentar a los miles de personas dispuestas a jugarse la vida por llegar a Europa.

Asimismo, Madrid reforzará la vigilancia costera en las islas Canarias y anunció que utilizarán las dependencias militares para alojar provisionalmente a los inmigrantes que vayan llegando. Las autoridades canarias se quejan de que los centros de acogida están repletos, por lo que a menudo los ciudadanos detenidos cuando intentan llegar a tierra están en condiciones de hacinamiento. A eso se suman las condiciones «infrahumanas», según calificó Cruz Roja española, que han sufirdo durante el viaje, lo que hace mella en su salud.

El Gobierno español quiso implicar a las instituciones europeas y a través de su ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, pidió ayuda a Bruselas. La Comisión Europea decidió enviar a un experto a Mauritania, que viajará junto con la delegación española, para que evalúe la situación de los inmigrantes que se concentran en sus costas a la espera de recabar el dinero necesario para iniciar el viaje a Canarias. La Comisión, no obstante, advirtió de que no le corresponde «dar ayuda inmediata y concreta», y recordó que su papel se centra en «luchar contra las raíces de los movimientos migratorios».



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