Lo presentó ayer Esperanza Aguirre por todo lo alto – en la Real Casa de Correos y rodeada por decenas de representantes de asociaciones de inmigrantes – pero concretó pocas medidas. El Plan de Integración 2006 – 2008 estará dotado con 4.400 millones de euros – casi todo el presupuesto se va en Educación (3.000 euros por alumno y curso) y Sanidad (1.000 euros al año por tarjeta sanitaria) – y se centrará en tres tipos de medidas: educativas, de formación y de participación.

La propuesta más aplaudida saldrá gratis: Aguirre anunció que instará al Gobierno de España a firmar convenios bilaterales con los países de donde son la mayoría de los inmigrantes madrileños (sobre todo Ecuador, Rumanía y Colombia) para que puedan votar en las elecciones municipales. Se trata de que los extranjeros no comunitarios con permiso de residencia y mayores de 18 años (unos 405.000) puedan elegir a sus alcaldes y concejales.

La Constitución no permite que los extranjeros puedan ejercer este derecho en los comicios autonómicos o generales por lo que Aguirre no se podría beneficiar (en el caso de que esta medida le beneficiara) de los sufragios de los extranjeros.

Cuando la jefa del Ejecutivo anunció su intención, los representantes de las asociaciones de inmigrantes presentes (varias decenas) aplaudieron de forma improvisada y a un tiempo. Todas las asociaciones valoraron muy positivamente este anuncio por considerarlo un «derecho» similar al pago de impuestos y una forma de favorecer su integración.

España tiene firmados tratados bilaterales en este sentido con Noruega, Argentina y Chile, aunque sólo se ha desarrollado el primero.

Pero el Plan de Integración que lleva meses impulsando y coordinando la consejera de Inmigración, Lucía Figar, es mucho más y sus novedades más importantes son las educativas. A las 200 aulas de enlace que ya existen se sumarán 45 más en 2008 (15 nuevas cada año).

Y la Comunidad creará el próximo curso una nueva figura, los monitores y los mediadores sociales. En el curso 2006/07 habrá 120 monitores (100) mediadores (20) que trabajarán en los colegios donde hay mayores porcentajes de inmigrantes y con las familias de estos niños. En Madrid hay más de 100.000 niños extranjeros escolarizados y ahí es donde la Comunidad no quiere fallar. Aguirre lo expresó diciendo que quiere «ayudarles a hacer realidad sus sueños». Y desde la Consejería de Inmigración se quiere evitar que en España pase lo mismo que en Francia, Alemania o Reino Unido, donde los mayores problemas de integración han surgido con las segundas y las terceras generaciones de extranjeros.Por eso, el equipo de Lucía Figar quiere dar una importancia mayúscula al refuerzo educativo individualizado de estos alumnos con estas nuevas figuras educativas. Los 100 mediadores trabajarán fundamentalmente en los 60 colegios que la Comunidad estima que tienen algún problema relacionado con la integración.

También se incluyen en el Plan cursos específicos de formación que recibirán más de 90.000 inmigrantes y la creación de las nuevas casas regionales para extranjeros.

El PSOE e IU fueron muy críticos con el Plan presentado por la presidenta regional. El portavoz de Inmigración del PSOE, Francisco Contreras, calificó el programa como «un nuevo acto de propaganda e improvisación. Otra chapuza de Aguirre». Para los socialistas, lo anunciado es «una mera declaración de intenciones» que «margina a los municipios y no da a conocer su presupuesto».

Desde IU, Fernando Marín no fue más optimista y coincidió en lo esencial con el PSOE. El portavoz de la coalición de izquierdas piensa que la propuesta «suena más a oportunismo electoral que a una verdadera apuesta por la integración» y acusó a la presidenta de «vender humo».

Los sindicatos tampoco recibieron nada positivamente el Plan.Tanto UGT como CCOO coincidieron en criticar el «retraso» con que la Comunidad lo ha presentado y en exigir que incluya acciones que redunden en una mejora de las condiciones laborales de los extranjeros.