«Siempre hay un hueco en el camión para los palés de Zaporeak»

Argitrans lleva alimentos y material de forma gratuita hasta la isla de Chíos, lo que ha supuesto un ahorro de 100.000 euros

Diario Vasco, ANA VOZMEDIANO, 31-12-2016

Intxaurrondo Gastronomika tomó la decisión de convertirse en Zaporeak para dar de comer, primero a los voluntarios que se encontraban en las islas griegas y, una vez conocido el terreno y las necesidades, también a los refugiados, cuyas condiciones de vida les conmovieron. La idea estaba madura: la mayoría de la comida se enviaría desde aquí, desde Gipuzkoa, allí se cocinaría en un local y se repartiría. La solidaridad ciudadana les demostró que era posible que así fuera.

Pero el envío del primer palé les supuso un coste de 450 euros. Implicar a las empresas guipuzcoanas siempre fue uno de los ejes de la iniciativa, así que Peio García Amiano llamó a su amigo de siempre Iñigo Goikoetxea, jefe de almacén de Argitrans, para ver si podían colaborar en los envíos. En media hora recibió una respuesta afirmativa y, desde entonces, de forma gratuita, la empresa lleva en su ruta hacia Italia y Grecia chupetes, leche en polvo, legumbres, latas y hasta pastillas de hierro para que los recién llegados repongan fuerzas tras un camino tan largo.

Más de doscientos palés han llegado a Chíos desde entonces a través de esta vía, y de estos lo que ha supuesto un ahorro de unos 100.000 euros y en la empresa, concienciada con el drama que viven los migrantes sin destino, se tiene muy claro que siempre hay un hueco en los camiones para esta mercancía solidaria que se incluye en la carga.

Engranaje perfecto

Amaia, de Argitrans, cuenta que le gustaría ir a cocinar, «aunque el tiempo no da para todo». Ella sufre al ver lo que ocurre en Siria, un país que visitó hace años y que le encantó. Participa para que el engranaje sea perfecto y la mercancía llegue a las cocinas de Zaporeak en diez días. En cada palé hay dos metros cúbicos de alimentos, productos sanitarios, cortadores de pan o distintos artilugios para las cocinas que también han sido cedidas por otras empresas. Como la de conservas del riojano Pedro Luis, otro fiel colaborador de Zaporeak, que constituyen el grueso del último envío, «porque nos han pedido prioridad para estos alimentos porque de legumbres y arroz, que es lo que teníamos preparados, estaban abastecidos».

El Banco de Alimentos de Gipuzkoa deja un espacio a la ong para que almacene todo aquello que consigue, sobre todo comida y productos sanitarios. Llama a Argitrans cuando hay suficiente material para un palé y una furgoneta acude a buscarla para llevarla a la empresa. Será Zaporeak el que decida qué es prioritario. «Procuramos que todo funcione perfectamente y la verdad es que hemos conseguido que la coordinación sea buena», argumentan desde la empresa de transportes que acaban de cargar su último palé del año. Tampoco para ellos las navidades pueden paralizar la ayuda humanitaria, aunque reconocen que todo se ralentiza.

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