madrid. La Guardia Civil detuvo ayer a 11 presuntos sicarios, diez colombianos y un español, por el asesinato de un individuo que apareció muerto en Minglanilla (Cuenca) el 18 de agosto del pasado año. El hecho de que el fallecido estuviera reclamado en su país por numerosos delitos, entre ellos varios asesinatos, hace pensar a los investigadores que se trató de un ajuste de cuentas.

Las detenciones de la OperaciónCaleta se practicaron en Cuenca, Madrid, Valencia y Palma de Mallorca. El fallecido, J.L.R., tenía 23 años y era natural de Medellín. Cuando fue hallado su cuerpo había recibido varios disparos, presuntamente realizados por personas de su entorno delictivo, probablemente de otra banda de sicarios colombianos, asentados en España y dirigida por cárteles de Colombia.

‘secuestros express’ Entre las actividades que llevaban a cabo se encontraban la extorsión, los secuestrosexpress y los ajustes de cuentas, relacionados en la mayor parte de las ocasiones con deudas contraídas durante operaciones de tráfico de drogas. En otras ocasiones, como pago a las deudas que otros delincuentes contraían con el grupo, se apropiaban de sus vehículos y los vendían para recuperar parte del dinero adeudado.

Se han practicado múltiples registros en los que los agentes de la Benemérita se han incautado de varias pistolas, subfusiles, chalecos antibalas y vehículos de gama alta. >efe