EL PAÍS – Madrid

La policía ha desarticulado varias organizaciones criminales chinas que operaban en la Comunidad de Madrid en distintas operaciones que han permitido la detención de 27 personas dedicadas a la copia y distribución ilegal de discos compactos y DVD y a la introducción en España de ciudadanos chinos, incluidos menores, según informó ayer la Dirección General de la Policía.

Los agentes desarticularon la red después de que el pasado junio Interpol alertara de la existencia de una organización criminal internacional dedicada al tráfico de personas desde China a varios países europeos, entre otros destinos.

Las gestiones dieron como resultado la localización de dos domicilios en las proximidades de la Gran Vía, en uno de los cuales se encontraban retenidas algunas de las víctimas. Tras los registros en los dos domicilios fueron detenidas 14 personas, todas ellas de origen asiático, entre las que se encontraban diferentes miembros de la organización radicada en España.

Los máximos responsables de la red fueron localizados en Usera, y también se descubrió otro piso en el barrio de Aluche en el que alojaban a las víctimas en condiciones infrahumanas, llegando incluso a vivir 13 personas en una vivienda de menos de 50 metros cuadrados. Dormían en sacos tirados en el suelo y se alimentaban únicamente de cuencos de arroz.

Los inmigrantes eran captados en la región de Fujian y trasladadas a Suráfrica, México y Canadá a través de España a cambio de unos 20.000 euros por persona. Se estima que durante el último año y medio, la organización habría traficado con aproximadamente 300 ciudadanos chinos y obtenido un beneficio económico próximo a los seis millones de euros.

Por otra parte, la policía detuvo a una mujer, también de nacionalidad china, que reagrupaba ilegalmente menores de edad procedentes de su país.

En otra de las operaciones policiales se localizó un piso en Carabanchel en el que un grupo de orientales se dedicaba a la reproducción, almacén y venta de discos compactos y DVD.