La CDU elige por novena vez a Merkel como presidenta, su canciller ‘eterna’

Se hizo con el mando en el partido en 2.000, cuando estaba hundido y nadie lo quería, ahora es su líder indiscutible

Diario de noticias de Gipuzkoa, Gemma Casadevall, 07-12-2016

Essen – La canciller alemana, Angela Merkel, logró ayer el apoyo casi cerrado de sus filas conservadoras, a falta de diez meses para unas elecciones generales en las que optará a un cuarto mandato y ante una campaña electoral que, advirtió, no será dulce. El congreso federal de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que se celebra en Essen (oeste) la ratificó como presidenta con un 89,5% de los votos, dos semanas después de anunciar su decisión de presentarse a la reelección como canciller alemana.

No es el resultado obtenido dos años atrás – un 96,7% – , cercano entonces al récord logrado en 2012 – 97,9 % – , pero sí un apoyo más que holgado para alguien que lleva dieciséis años liderando el partido y once al frente del Gobierno federal.

La votación siguió a un discurso de una hora y media de la líder, quien pidió a sus filas unidad ante una campaña electoral que “no va a ser fácil”. “Necesitaré vuestra ayuda”, afirmó Merkel.

La presidenta comenzó su intervención con el tema dominante en este congreso, la política de refugiados, la cuestión que más ha minado su liderazgo y más problemas le ha acarreado con su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), que le exige un giro derechista.

Las próximas generales no serán “como otras elecciones”, sino mucho más dificultosas y en ningún caso “un azucarillo”, insistió. Buscó el acercamiento hacia el ala más derechista de la CDU y hacia la CSU, cuando afirmó que no todos los refugiados podrán quedarse en Alemania y se comprometió a agilizar las expulsiones de aquellos que no tengan perspectivas de ser admitidos como asilados.

Aludió así a la emergente derecha radical de Alternativa por Alemania (AfD), la formación que según todos los pronósticos logrará en 2017 escaños en el Parlamento federal (Bundestag), algo que hasta ahora no obtuvo ningún partido ultraderechista en este país.

“No volverá a repetirse” En 2015 Alemania recibió más de 800.000 refugiados, recordó la canciller en su discurso ante los delegados de la Unión Cristianodemócrata (CDU), reunidos en el congreso federal. La situación que se vivió en ese año en Alemania, como consecuencia de la crisis migratoria, “no va a repetirse”, añadió, para recordar que a lo largo de este 2016 se redujo considerablemente este flujo. “No todos podrán quedarse. Pero cada una de esas solicitudes va a ser evaluada individualmente y cada caso será resuelto, y se redoblarán los esfuerzos para integrar en la sociedad a aquellos que sí precisan protección” garantizó la líder ante el congreso, dominado por las exigencias del ala derechista de la CDU y de su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) para que frene la llegada de refugiados.

Fue aclamada al pronunciarse a favor de vetar el burka u otros velos islámicos integrales “en los espacios públicos donde es posible prohibirlos”, para resaltar que en una sociedad abierta corresponde ir “con el rostro descubierto”.

Muy aplaudida fue también su denuncia de los mensajes de odio que, de modo creciente, se difunden en internet, sean de contenido xenófobo u otras formas de extremismo, para recordar que las redes sociales “no deben ser un espacio al margen de la ley”.

No logró convencer a los más críticos, como demostraron varias intervenciones posteriores en que se le reprochó regalar terreno a AfD por haber renunciado a un perfil más claramente conservador. Pero sí logró, cuando menos, calmar algo las aguas de la CSU, con cuya cúpula confía cerrar un programa electoral común.

Habrá que luchar “con corazón”, pidió Merkel, quien aseveró que el suyo y el del partido “laten por Alemania y por Europa”, en la parte más personal del discurso, donde se confesó “conmovida” por quienes la animaron a optar a la reelección mientras ella aún dudaba. Los delegados le dedicaron una ovación cerrada de once minutos largos de duración, tras un discurso en el que fue de lo práctico a lo global.

no subirá los impuestos Merkel, garantizó ayer que no habrá ninguna subida de impuestos, en caso de ganar las elecciones generales previstas para septiembre de 2017. “Desde aquí expreso mi clara negativa a cualquier subida de impuestos”, afirmó la canciller y líder de la CDU. La líder alemana aludió, indirectamente, a los planes de la oposición Verde e izquierdista, que reclaman un impuesto sobre el patrimonio, así como a los de sus socios de coalición socialdemócratas, que apuntan asimismo a un incremento de la presión fiscal sobre las grandes fortunas.

La canciller y líder del partido expresó a continuación su gratitud a su antecesor en la jefatura de la CDU y actual ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, por la línea mantenida en ese departamento en aras de la consolidación presupuestaria. Que, por tercer año consecutivo, Alemania haya logrado cerrar unos presupuestos sin nuevo endeudamiento se debe, destacó, a la “mano firme de nuestro Wolfgang”.

Schäuble ha seguido “una línea de la absoluta consistencia y absoluta sostenibilidad”, añadió la canciller, quien destacó asimismo el buen estado del mercado laboral alemán y la solidez económica de que disfruta el país. También repasó algunos de los grandes conflictos del momento, como Siria, para calificar de “vergüenza” el apoyo que Rusia presta al régimen de Bachar al Asad.

El porcentaje de apoyo que logró en Essen es el segundo más bajo obtenido por Merkel como líder del partido, puesto al que llegó en el 2000, precisamente en un congreso celebrado en esa misma ciudad.

Su mínimo fue el 88,4 % de 2004, un año antes de llegar a la Cancillería tras derrotar al socialdemócrata Gerhard Schröder.

“Es un resultado sincero. La CDU no es un partido monolítico”, comentó a Efe Jens Späth, miembro de la presidencia del partido, en un aparte del congreso.

“La CDU y la CSU son formaciones hermanadas, no idénticas. No es la primera vez que disentimos, tampoco será la última”, apuntó Gerda Hasselfeldt, líder del partido bávaro en el Bundestag y representante de la formación en Essen, en ausencia de su presidente, Horst Seehofer, el más claro rival de Merkel entre los conservadores alemanes.

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