Los 33 cadáveres que han sido recuperados este martes frente a la costa egipcia elevan a 202 el balance de muertos tras el naufragio del pasado miércoles, ha informado una fuente oficial egipcia a la agencia Reuters. En la embarcación viajaban cientos de inmigrantes y refugiados. Según los supervivientes, a bordo del barco, que se hundió frente al puerto de Rosetta, iban unas 450 personas, un centenar de ellas en la bodega.

El Ejército egipcio ha afirmado que 163 personas han sido rescatadas, lo cual quiere decir que al menos 365 personas viajaban a bordo de la embarcación cuando se hundió durante su trayecto hasta Italia. El gobernador regional de Beheira ha asegurado que el número de cuerpos recuperados es “casi definitivo”, pero que los equipos de rescate continúan su labor.

Este martes, un equipo de buzos y un buque de salvamento pertenecientes a una compañía petrolera lograron sacar la embarcación a la superficie. “Está siendo trasladada hasta la orilla”, después de haber sido recuperados los cadáveres de la bodega, ha explicado Wahdan al – Sayed, portavoz de la provincia de Beheira, en el norte de Egipto. De los 33 cadáveres recuperados este martes, 16 han sido entregados a sus familiares, mientras que el resto permanecen sin identificar, según el Ministerio de Salud egipcio.

Este lunes, la policía detuvo al propietario de la embarcación. Una fuente judicial ha precisado que podría enfrentarse a los cargos de tráfico de seres humanos y de homicidio involuntario. Este arresto se suma al de cuatro miembros de la tripulación tras el naufragio.

La agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) informó el pasado viernes de que la mayor parte de los rescatados eran egipcios, pero indicó que a bordo de la embarcación también viajaban personas procedentes de Sudán, Eritrea, Siria y Etiopía. “Desde 2014, se ha registrado un constante incremento en el número de refugiados e inmigrantes que tratan de abandonar Egipto de manera irregular”, indicó ACNUR. “Muchos refugiados e inmigrantes pueden estar usando Egipto como país de tránsito”, añadió. La agencia de la ONU ya ha advertido de que 2016 va camino de convertirse en el año más mortífero en el Mediterráneo.