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“Si continúa este nivel de solidaridad, nuestra estancia aquí está garantizada”

La ONG Zaporeak asegura que la sociedad guipuzcoana mantiene “el compromiso con los refugiados” en la isla de Chíos

Diario de noticias de Gipuzkoa, Alicia Zulueta, 23-09-2016

dONOSTIA – La ONG guipuzcoana Zaporeak, que dedica su esfuerzo a alimentar a más de 1.500 refugiados cada día en Chíos, ha decidido permanecer en la isla griega a pesar de los ataques que recibieron semanas atrás. El ambiente de hostilidad no ha decrecido, pero desde Zaporeak aseguran que “el compromiso con los refugiados llegará hasta donde llegue la solidaridad guipuzcoana”, pues no piensan abandonar sus puestos a menos de que les falte financiación.

La cocina del grupo fue asaltada a mediados de agosto por ciudadanos locales que están en contra de su labor, porque ayudan a los refugiados a establecerse en la zona. Y no solo eso, sino que llegaron a perseguir durante más de una hora a una compañera que viajaba en coche. “El pueblo en el que estamos siempre ha estado en contra de los refugiados porque cuando llegamos abrieron el centro de detención y ellos se posicionaron en contra”, contextualiza Dani Rivas, miembro de Zaporeak. “Nosotros somos la gente con la que la población descarga la rabia”, añade.

De hecho, hace unos pocos días, los locales se enzarzaron en una bronca con el equipo de la ONG en la que se quejaron del ruido que, supuestamente, hacen al trabajar. “Les hicimos una concesión y dejamos de trabajar de 14.00 a 17.00 horas, porque están muy agresivos con nosotros”, admite Rivas, quien opina que esta trifulca no fue más que una “excusa” para entorpecer sus labores. “Vamos a continuar porque vemos que el apoyo de la sociedad guipuzcoana sigue. Los ataques nos dieron mucho miedo al principio, pero no vamos a dejar de lado el compromiso por ello”, recalca este voluntario.

250 comidas especiales Además, su siguiente paso es expandirse, y para ello necesitan cambiar de ubicación. “Definitivamente, a principios de octubre nos vamos a mudar, porque esto se queda pequeño y queremos asumir más responsabilidades”, destaca Rivas. Hay 250 personas refugiadas de la zona que necesitan una alimentación especial y los 14 voluntarios de Zaporeak quieren elaborar menús para gente con distintas dolencias como la diabetes o la presión arterial alta. Necesitan una cocina más “grande” y “profesional”, que les permita acceder a un mayor número de fuegos, de cazuelas, que cuente con depósitos de agua y con cámaras frigoríficas. No como en la actualidad, que deben trabajar con “comida fresca” porque no tienen dónde almacenar los víveres.

Para financiar esta nueva cocina, la ONG cuenta con el evento Koxk, que se celebrará este sábado en Intxaurrondo y con la feria Gastronomika, que tendrá lugar en octubre. Entre ambas celebraciones se espera obtener suficiente dinero para mantener los servicios de comidas “con tranquilidad” durante los meses de octubre y noviembre. “Es una alegría continuar porque la sociedad sigue respondiendo. Si seguimos con este nivel de respuesta, nuestra estancia aquí está garantizada”, asegura Rivas.

manifestaciones y altercados Aunque la situación está algo más calmada con la ONG, no lo está con la isla. “Hubo una manifestación contra los refugiados la semana pasada, convocada por un partido de derechas, que terminó en disturbios porque intentaron entrar en un campo de refugiados”, informa. Los propios refugiados se habían armado con palos por si les atacaban y fue gracias a la policía, que se colocó entre ambos grupos, que no fue a más. “La tensión siempre está ahí, y estas manifestaciones son el signo”, recalca.

La cuestión está en que las autoridades anunciaron que de cara al invierno desalojarían uno de los campos y trasladarían a los refugiados fuera de la ciudad. Pero como la población no está viendo que eso suceda, se manifiestan de manera “más agresiva”. Se trata de una de las zonas “más conservadoras” de Grecia. “Es curioso que aquí han visto al principio a gente local que sacaba a los refugiados del agua, y esa misma gente ahora está en las manifestaciones”, lamenta Rivas; y añade que está siendo “doloroso ver cómo el apoyo local disminuye y aumenta el rechazo”.

Ese rechazo no va a parar a los voluntarios, que ahora deben ser “más precavidos” y prestan una mayor atención a la seguridad. “Vamos a continuar porque vemos que el apoyo sigue y no vamos a dejar de lado el compromiso por ello. Tomaremos medidas para protegernos, pero el compromiso llegará siempre hasta donde llegue la solidaridad guipuzcoana”, sentencia.

evento solidario en intxaurrondo

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