Merkel mantiene su política de apoyo a los refugiados en medio de la ola de violencia

«Hoy como entonces estoy convencida de que conseguiremos estar a la altura de esta tarea histórica», subrayó la canciller

La Voz de Galicia, PATRICIA BAELOBERLÍN / E. LA VOZ, 29-07-2016

Angela Merkel demostró ayer que el apodo por el que se la conoce, la dama de hierro, no es en vano. Pese al aluvión de críticas emitidas contra su política de asilo y los cuatro ataques registrados la semana pasada en Alemania, tres de ellos cometidos por refugiados y dos reivindicados por el Estado Islámico, la canciller descartó poner fin a la acogida de inmigrantes con el mismo lema que utilizó hace casi un año para defender la apertura de la frontera: «Lo lograremos».

«Hoy como entonces estoy convencida de que conseguiremos estar a la altura de esta tarea histórica», subrayó a modo de déjà vu la jefa del Ejecutivo alemán en una multitudinaria rueda de prensa para la que tuvo que interrumpir sus vacaciones de verano. Todo sacrificio es poco, cuando el objetivo es calmar a una población que vive atemorizada desde la semana más violenta que ha conocido la Alemania de posguerra, debió pensar Angela Merkel, que tachó los atentados de «horrorosos, oprimentes y deprimentes».

Sin embargo, la mandataria apeló a no confundir el yihadismo con la religión. «No estamos en guerra o luchando contra el islam, sino que luchamos contra el terrorismo islamista», declaró la canciller, al tiempo que rechazó enviar nuevas tropas a luchar contra el Estado Islámico en Siria e Irak.

Merkel destacó que la clase política no debe dejarse llevar por el miedo, sino respetar el artículo 1 de la Constitución alemana, que protege los derechos humanos, y lamentó la «poca disposición» de algunos de sus socios a compartir responsabilidades a la hora de afrontar la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial. Con esas palabras, la canciller quiso defenderse de todos los que la acusan de haber comprometido la seguridad del país al acoger a 1,1 millones de personas solo en 2015. A los ultraderechistas de AfD, pero sobre todo a la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), que representa al ala más conservadora del gobierno de gran coalición, e incluso a algunos de sus correligionarios de la CDU.

Consciente de que las elecciones generales del 2017 están a la vuelta de la esquina, Merkel negó lo innegable, que está atravesando su momento más difícil, y dejó en el aire la posibilidad de optar a una cuarta legislatura. Eso sí, buena parte de su comparecencia de más de hora y media estuvo dirigida a recuperar la confianza de los ciudadanos. Para ello presentó un plan de nueve puntos, que incluye medidas tales como agilizar la deportación de los refugiados a los que se les ha denegado el asilo, mejorar el llamado «sistema de alerta temprana» para prevenir la radicalización de los inmigrantes o la intervención del Ejército en caso de alerta terrorista grave, para lo cual deberá reformar la Constitución.

Investigaciones
Entretanto, el ministro del Interior de Baviera informaba ayer de que tanto el sirio de 27 años que el pasado domingo hizo detonar una bomba en un festival de Ansbach, acabando con su vida y dejando quince heridos, como el afgano de 17 años que seis días antes atacó con un hacha a los pasajeros de un tren en Wurzburg, mantuvieron contacto por el teléfono móvil con un interlocutor de Oriente Próximo poco antes de llevar a cabo los atentados, lo que abre una nueva línea de trabajo a los investigadores.

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