“¿Para qué vamos a volver?”

Los mayores de 60 años se resisten a regresar para no perder familia o nivel económico

El País, Escuela de Periodismo UAM - EL PAÍS, 29-06-2016

Desde que Olga Vázquez llegó a Madrid hace 18 años, su sueño era volver a Ecuador. Ahora ya no. “Mi tierra es preciosa, pero he pasado toda una vida aquí, esta ciudad nos lo dio todo y voy a regresar a mi país solo de visita”, asegura sonriente esta trabajadora doméstica de 62 años. Como ella, cada vez más extranjeros prefieren pasar su vejez en la capital a volver a sus países para no perder contacto familiar o nivel económico.
El número de extranjeros mayores de 60 años en la Comunidad de Madrid ha pasado de 40.000 a más de 48.000 en los últimos cinco años. Mientras tanto, el total de extranjeros se ha desplomado en 250.000 personas, un 22% menos que en 2011, según el informe de población extranjera de la Comunidad de Madrid.

“Estamos bien aquí, ¿para qué vamos a volver?”, ironiza Vázquez, quien espera jubilarse pronto para dedicarse a viajar e ir a la iglesia. Una treintena de personas consultadas concuerda en que el miedo a perder el nivel de vida y a romper lazos familiares con miembros que viven o que ya nacieron en Madrid son las principales razones para no regresar. “Me quiero quedar porque las cosas en mi país no van bien y ya toda mi familia está acostumbrada a vivir aquí”, cuenta el boliviano Antonio Trujillo, de 64 años, quien se mudó hace 22 años y admite que sus nietos nunca han ido a su Cochabamba natal. “Al principio me costó mucho trabajo adaptarme y luego cuando he ido me he sentido raro, perdí mucho el contacto con amigos y conocidos”, confiesa.

Otros, como el dominicano Luis Ángel Medina, de 77 años, llegaron hace poco para acceder a servicios médicos de mayor calidad durante su vejez. Después de que tres de sus cinco hijos decidieran establecerse en Madrid, Medina decidió cruzar el Atlántico y encargarse del cuidado de sus nietos españoles. “Claro que echo de menos Santo Domingo, pero así apoyo a mi familia y puedo sentirme más protegido”, se sincera el carpintero retirado, mientras juega a las cartas con un grupo de amigos en un parque del barrio de Usera.

Esa necesidad de sentirse protegidos y desenvolverse en un entorno más tranquilo también empuja a que algunos extranjeros abandonen sus lugares de origen, pese a que esa decisión suponga prolongar su vida laboral unos años mas. Ricardo Alfonso, de 71 años, es portero de un complejo residencial en San Sebastián de los Reyes y viajó con su familia desde Colombia para huir de la inseguridad, que se cobró la vida de dos familiares directos suyos. “Amo mi país, pero estamos con menos preocupaciones en Madrid”, señala Alfonso, quien aún no sabe si pasará el tramo final de su vida en la capital o en el clima cálido de las islas Canarias.

Para el venezolano Harij Chakra, de 74 años, no se trata de la familia ni del nivel de vida. La razón para vivir en Madrid es Madrid. Chakra llegó hace seis meses y busca iniciar una nueva etapa en la capital. “Me encanta esta ciudad, aquí puedo ayudar y conocer a más gente”, comenta entusiasmado, antes de perderse entre la multitud e intentar atraer fieles al movimiento de los hare krishna en el parque de El Retiro. La cultura, el arte, la comida y la gente: la capital tiene mucho que ofrecer. “Da muchas oportunidades, no solo para la gente joven, también para todas las edades”, explica el salvadoreño José Francisco Salguero, de 61 años, quien llegó hace apenas un año. “Eso la hace diferente de la mayoría de las ciudades”.

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