Zaporeak da de comer en Lesbos a 1.700 personas cada día

La organización guipuzcoana está bajo mínimos, pese a las ayudas que recibe de la población o el reciente apoyo de conserveras

Diario Vasco, A. VOZMEDIANO | SAN SEBASTIÁN, 29-06-2016

Están bajo mínimos, aunque con las mismas ganas de seguir adelante en la labor que iniciaron hace seis meses: que los refugiados que llegan a Lesbos tengan comida y puedan alimentarse. Ahora mismo, los voluntarios de Zaporeak son los únicos que abastecen de comida a las familias que cruzan el Mediterráneo y que, en principio y pese a los 40 grados que se soportan en la isla, parecen dispuestos a quedarse.

En estos momentos, la ONG guipuzcoana da de comer a 1.700 personas, una bandeja por persona en la que hay tres platos. El presupuesto es de 50.000 euros al mes, pero todavía tienen recursos para resistir hasta septiembre, porque hay voluntarios y también apoyos de la gente. Y agradecimiento de los refugiados, «que incluso cuelgan algunas pancartas en las que dan las gracias». Entre otras cosas, porque si Zaporeak tiene que abandonar las cocinas en las que trabajan de 7 de la mañana a 7 de la tarde, nadie sabe cómo podrán comer.

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«Solo nos ocupamos nosotros», afirma Peio García Amiano, que volvió de Lesbos hace poco. «Hay rumores que dicen que si no pudiéramos hacer esto se encargaría el ejercito griego, pero no sabemos nada cierto, y además nos parece poco probable».

El apoyo

La semana pasada, la sociedad Ikasbide de San Sebastián entregó los 3.900 euros recaudados en una comida solidaria con sorteo de cuadros incluido. Una ONG de Lodosa ha aportado 10.000 más y asociaciones de conserveros de La Rioja, Navarra y Aragón se han comprometido ha enviar un palé semanal con conservas, algo que va a resultar especialmente útil.

«No nos podemos quejar del apoyo de la gente de nuestro entorno, de empresas o de asociaciones. Pero el dinero no nos llega, estamos bajo mínimos, sobre todo con estas temperaturas que nos obligan a comprar producto fresco, lo que nos resulta más caro porque hay que adquirirlo allí».

Las recogidas de alimentos que se han realizado se centran sobre todo en arroz o legumbres, aunque también se ha recogido leche en polvo o tarritos para niños pequeños. Pero ahora se necesitan más verduras o frutas.

Voluntarios no faltan, «porque la gente joven es increíble», pero aunque cuatro o cinco personas les vendrían bien para reforzar el trabajo en cocina, deben conformarse con menos para no gastar sus recursos.

Eso sí, los cocineros de Zaporeak han aprendido a que la comida que ofrecen se adapte cada vez más al gusto de quienes llegan en las lanchas y se juegan la vida para huir de la guerra. «No mezclan el arroz, dan importancia a las especias o al yogur como salsa. También procuramos incluir algo de carne y algo de pescado. Cada vez llega más gente, el calor es agobiante y, la verdad, es que el trabajo es gratificante, pero muy duro».

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