Gipuzkoa sobresale entre los territorios del Estado que más refugiados acoge

La llegada hoy de una pareja siria con tres hijos menores a Donostia eleva a 20 las acogidas «Los primeros días son de nerviosismo y de incertidumbre por saber cómo estará la familia que dejan atrás»

Diario Vasco, ARANTXA ALDAZ | SAN SEBASTIÁN, 29-06-2016

La llegada de refugiados, que pactó con reticencia Europa, continúa. Lenta, pero continúa. En ese goteo de acogida, Gipuzkoa destaca como uno de los territorios del Estado que mayor respuesta está dando a la crisis humanitaria. En lo que va de año, quince personas procedentes de Eritrea y Siria se han instalado en pisos que gestiona Cruz Roja en Donostia, a los que hoy se sumará un matrimonio sirio con tres hijos menores procedentes de un campo de refugiados en Líbano y que pasará a vivir en un domicilio de la ONG CEAR. Son más de la mitad del total de 31 solicitantes de asilo que han recalado en Euskadi en lo que va de año, por ejemplo. La cifra también es superior a la registrada en otras regiones, como Asturias o Valencia algunos territorios aún no se han estrenado, pero sigue siendo desilusionante porque el compromiso del Gobierno central hablaba de tender la mano de aquí a 2017 a 17.000 personas cuyas vidas corren peligro en sus países de origen por guerras y otros conflictos. Euskadi iba a asumir más de un millar. El total de refugiados procedentes de los programas de reubicaciones y reasentamientos asciende, sin embargo, a 271 en el Estado.

Los que llegan a un destino seguro empiezan una nueva vida desde cero, en un lugar desconocido, con todos «los miedos» que supone. Cuentan con el apoyo de las organizaciones sociales, como lo harán hoy una familia de sirios con sus tres hijos. «Los primeros días son de nerviosismo y de incertidumbre por saber cómo estarán los familiares que dejan atrás», certifica Patricia Bárcena, presidenta de CEAR Euskadi, que será en este caso la ONG que se encargue de la acogida de estos últimos refugiados. La entidad cuenta con 103 plazas en Euskadi, de las cuales 16 están en Donostia. Cinco de ellas tendrán destinatario a partir de hoy. La ONG espera que en los próximos días o semanas el Ministerio del Interior les comunique nuevas llegadas.

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En la capital guipuzcoana ya han dado los primeros pasos de su incorporación los nueve ciudadanos eritreos que llegaron de Italia el pasado 25 de mayo. Cinco días después, otros seis refugiados, esta vez sirios, entre ellos una familia con un bebé recién nacido, también tuvieron como destino definitivo Donostia. Con la familia que llega hoy el territorio recibe al tercer grupo de solicitantes de asilo procedentes de los programas de reubicación y reasentamiento. Pero al margen de estos protocolo pactados por los países de la UE, también continúan llegando solicitantes de asilo internacional. Cruz Roja Gipuzkoa ha dispuesto un total de 80 plazas, de las cuales 36 están ocupadas (quince de ellas por los ciudadanos eritreos y sirios llegados en los dos contingentes oficiales).

20 refugiados
Con la llegada de la familia hoy a Donostia, son veinte los refugiados llegados hasta el territorio en lo que va de año procedentes de los programas de reubicación y reasentamiento. En los últimos meses han llegado más solicitantes de asilo, aunque fuera de estos protocolos.

Cronología
26 de mayo: Llega el primer grupo de refugiados de los programas de reubicación y reasentamiento a Gipuzkoa. Se trata de nueve ciudadanos eritreos que estaban en un campo de refugiados improvisado en Italia. Han sido acogidos por Cruz Roja en un piso del Ayuntamiento de Donostia.

30 de mayo: Los primeros ciudadanos sirios recalan en Donostia. Son dos familias, una compuesta por una madre con dos hijos adultos, y otra, por una pareja con un bebé recién nacido.

Estos nuevos ‘guipuzcoanos’ cierran una etapa de sus vidas de dureza imposible de imaginar e inician otro nuevo capítulo más seguro, aunque no exento de problemas. Las ONGs que se encargan de la acogida en Euskadi Cruz Roja y CEAR no dulcifican el proceso, porque el procedimiento de petición de asilo, que les abre las puertas a un futuro, puede generar a veces frustraciones. Además del papeleo administrativo solicitar la tarjeta sanitaria, iniciar el procedimiento de asilo…, lo primero a lo que se dedican es a aprender el idioma. El desconocimiento del castellano, que sortean gracias a un traductor de la ONG, es una de las barreras principales. Aprender la lengua es la prioridad número uno. «Los primeros días esperamos a que descansen, a que conozcan la ciudad, el barrio donde van a vivir, a que se acostumbren a su lugar de residencia. Suelen ser días de mucha incertidumbre, porque no saben muy bien dónde están, y sufren mucho por cómo estará la familia que han dejado en los campos de refugiados o en sus países de origen. Esos primeros días hay que ir con calma», relata Bárcena.

Colonias de verano

El acogimiento de familias con menores a su cargo no requiere de medidas extraordinarias, pero sí implica un apoyo específico para asegurar la correcta integración de los niños. El hecho de que la llegada de estos chavales haya coincidido con el verano ha obligado a buscar alternativas de ocio acordes a la temporada y que también refuercen los aspectos educativos para apoyar su conocimiento del idioma. CEAR desconocía ayer las edades de los tres niños que hoy llegan a Donostia, pero en función de ella adecuarán la respuesta.

La familia que llega hoy estrena las 16 plazas disponibles que tiene la ONG CEAR en Donostia

Más de la mitad de los 31 solicitantes de asilo en Euskadi están en Gipuzkoa
Así lo han hecho con los dos menores que llevan ya varias semanas en Vitoria. Llegaron junto a su madre, procedentes de Grecia. Su adaptación «va despacio, pero va muy bien», hay que respetar esos ritmos, insiste Bárcena. El chaval participa ya de las colonias urbanas con otros niños de su edad. La otra hija, de edad adolescente, aprovecha el verano para ir a clases de castellano. Comparten piso con un matrimonio refugiado de Venezuela, lo que les está facilitando mucho el camino. «El hecho de que hablen castellano les está sirviendo de apoyo», certifica la directora de CEAR.

La familia siria que hoy llegará a Donostia probablemente a última hora, porque primero aterrizan en Barajas y luego emprenden el viaje desde Madrid en coche, unas cinco horas de trayecto ocupará un piso para ellos solos. Contarán con la ayuda de un traductor para todas las gestiones, pero a medida que vayan avanzando esos apoyos perderán intensidad. A los seis meses, cuando ya puedan incorporarse al mercado laboral, deberán enfrentarse a ese otro reto que es buscar un empleo para seguir adelante.

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