Esperanza para Osman en Valencia

Ultima el traslado del menor y su familia desde Grecia tras una campaña de firmas iniciada por dos cooperantes ilicitanosEl Gobierno estudia trasladar a la Comunitat a un niño refugiado con parálisis

Las Provincias, J. A. MARRAHÍ , 05-05-2016

Una iniciativa impulsada por dos cooperantes ilicitanos y Bomberos en Acción ha servido para traer esperanza al pequeño Osman. El refugiado afgano de 7 años al que conocieron en abril durante su estancia en el campamento griego de Idomeni vendrá a España para ser atendido, y si es posible tratado, por su paralisis cerebral. Así lo confirmó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García – Margallo, tras la recogida de más de 1.500 firmas de los voluntarios a través de la plataforma Change.org.

«En cuanto se solvente la documentación necesaria, Osman y su familia estarán en un hospital de Manises», anunció el ministro por la mañana. No obstante, horas después aclaró que este destino «ya no es tan seguro». «Estamos todos volcados. Di instrucciones en cuanto me enteré a la embajada en Atenas de que se pusiesen en marcha para traer a Osman cuanto antes», añadió al tiempo que celebró «la cantidad de gentes que se ha interesado por el niño».

Según el ministro, por el momento sólo el padre posee pasaporte afgano y el Gobierno tiene que «despejar la duda de si la familia de Osman pidió asilo o no en Grecia, porque el procedimiento sería distinto». «Pero en cuanto esto se solvente de forma inmediata», añadió, «se vendrán en un avión con personal médico que los atienda y estarán en un hospital donde intentarán aliviar el sufrimiento del niño y su familia», expuso. Bomberos en Acción confía en que el traslado se produzca en una semana.

La posibilidad de trasladar a Osman a Valencia ha pillado por sorpresa tanto al centro sanitario como a la Generalitat. «No teníamos noticia, pero si viene los médicos harán todo lo posible por él», destacaron desde el Hospital de Manises, que dispone de una unidad de neurorehabilitación infantil y especialistas en autismo y daños cerebrales en menores.

La Generalitat mostró su «total disposición para atender» a Osman «con los brazos abiertos». No obstante, precisaron que ningún departamento había recibido, al cierre de esta edición, «solicitud formal» por parte del Gobierno.

El niño, originario de Kandahar, estaba sano hasta que enfermó por unas fiebres cuando era un bebé de un año. El largo viaje de Osman comenzó en el mes de marzo. Junto a su padre Ata, de 35 años, su madre Palwasha, de 26, y sus hermanos Jamil y Monir, de 9 y 8 años, realizaron un angustioso viaje por tierra desde su país hasta recalar en el campamento griego de Idomeni, en la frontera con Macedonia.

Eso sucedió el 10 de abril, coincidiendo con la estancia en la zona de refugiados de los dos cooperantes alicantinos y otros miembros de la ONG Bomberos en Acción. Los voluntarios quedaron conmovidos ante la preocupante situación de Osman, que vive con los suyos en una tienda de campaña: constantes crisis, contracción permanente de algunos músculos, problemas respiratorios y desnutrición. En un mes perdió cuatro kilos. Para colmo, resultó herido en una mano durante una intervención con gases de la policía de Macedonia.

Cuando los voluntarios abandonaron Idomeni el 15 de abril, se organizaron junto con Bomberos en Acción. Temían, y siguen temiendo, que Osman muera si no recibe con urgencia la adecuada atención sanitaria. El grupo de cooperantes impulsó una campaña que culminó el pasado 27 de abril, con la entrega de los miles de rúbricas de ciudadanos en la Secretaría General de Inmigración y Emigración.

La acompañaron de una carta al ministro y un informe realizado por un médico español que advertía de «consecuencias irreversibles para la salud» del niño en su actual situación en el campamento.

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