Un total de 225 personas llegaron en las últimas 24 horas ilegalmente a Grecia procedentes de Turquía, pese a la entrada en vigor este lunes del acuerdo para la devolución de refugiados e inmigrantes a este país, informó este martes la comisión griega para la gestión de la crisis de refugiados.

El lunes habían arribado a Grecia 339 inmigrantes y refugiados, el domingo 514, el sábado 566, el viernes 339 y el jueves 377, según cifras facilitadas por la comisión griega.

En virtud del acuerdo pactado por la Unión Europea con Turquía, Grecia devolvió el lunes a Turquía desde las islas de Lesbos y Quíos a 202 inmigrantes ilegales.

Este martes no se llevaron a cabo devoluciones a Turquía debido a que casi todos los nuevos inmigrantes y refugiados habían presentado solicitudes de asilo, explicó la gobernadora de las islas en el norte del mar Egeo, Christiana Kalogirou. Las devoluciones se reanudarán una vez que se hayan analizado las solictudes de asilo, agregó.

Según estimaciones de la comisión griega, poco más de 52.000 refugiados e inmigrantes permanecen varados en Grecia después del cierre de la denominada ruta de los Balcanes.

Entre tanto, la Policía griega está buscanado a unos 100 inmigrantes que desaparecieron hace unos días del campo de acogida en la isla de Quíos. Un reportero de la emisora televisiva griega Skai dijo este martes que se trata de inmigrantes sin derecho a asilo que se habían fugado del campamento el pasado viernes.

Los inmigrantes, en su mayoría procedentes de Afganistán, se habrían escondido en la isla para evitar ser detenidos y devueltos a Turquía, agregó el reportero griego. Sin embargo, la Policía griega desmintió esta versión periodística.

Al parecer este centenar de migrantes desaparecidos formaban parte del grupo de 600 que escaparon el viernes de la semana pasada del centro de detención insular tras los incidentes violentos que causaron tres heridos y que obligaron a intervenir a los antidisturbios. De estas 600 personas, que consiguieron salir tras derribar la valla del campo ante la inacción policial, 300 se instalaron en el campo abierto de Suda, gestionado por el ayuntamiento y ACNUR, mientras que la otra mitad se dirigió al puerto con el objetivo de tomar un barco hacia Atenas.