Sin piedad

Diario de Noticias, , 05-04-2016

atenas/estambul – Europa inició ayer las deportaciones de refugiados a Turquía en virtud del acuerdo entre Bruselas y Ankara. Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, recordó que su país alberga ya a millones de asilados y destacó que si acepta recibir a más no es por el dinero ofrecido por la Unión Europa (UE) dentro del pacto para expulsar a inmigrantes, sino por “piedad”.

A su vez, la Comisión Europea subrayó que ninguno de los inmigrantes deportados desde Grecia había solicitado protección internacional al llegar a territorio de la UE. Bruselas espera que tanto Ankara como Atenas adopten y apliquen los cambios legislativos necesarios para que las expulsiones de refugiados se produzcan en línea con los estándares que exige el derecho internacional y europeo.

Grecia no tramitará aún demandas de asilo por el método rápido, de 15 días máximo, que prevé la nueva ley sobre refugiados aprobada el viernes. A partir del 7 de abril está previsto, según confirmó una fuente del Gobierno heleno, que comience un “programa piloto” con 30 funcionarios, y sus respectivos intérpretes, pertenecientes la oficina europea de asistencia al asilo (EASO), los cuales empezarán a estudiar las peticiones.

ayuda No obstante esta cifra de miembros de EASO está muy lejos aún de los 400 que prometió enviar la Unión Europea (UE) para ayudar y complementar a los 200 trabajadores del servicio griego de asilo. La UE también prometió hasta 1.500 policías de diversos Estados miembros, de los cuales 400 estaba previsto que llegaran este fin de semana a Grecia.

La coordinadora para los refugiados del Gobierno griego no ha podido confirmar si han llegado todos estos agentes, aunque sí aseguró que han arribado “centenares”. Mientras tanto en los centros de detención de las islas del Egeo oriental, en los que ya acampan más de 6.000 personas, no hay posibilidad de solicitar el asilo oficialmente, aunque según la coordinadora de refugiados helena “la mayor parte” de los detenidos allí han expresado su deseo de poder hacerlo.

En el campo de detención de Moria, en la isla de Lesbos, se hacinan ya más de 3.350 personas y diversas ONG han denunciado las condiciones insalubres en las que tienen que vivir juntos hombres, mujeres y niños. La situación es parecida en la isla de Quíos, en cuyo centro de detención siguen encerrados más de 1.800 migrantes a los que hay que sumar los alrededor de 600 que escaparon derribando una valla el viernes ante la pasividad de la Policía.

Alrededor de 300 de estos migrantes se instalaron en un campo abierto propiedad del Ayuntamiento y otros 300 están en el puerto de la capital de la isla esperando tomar un barco hacia Atenas. A pesar de que el acuerdo entre UE y Turquía reflejaba un aumento en los controles y patrullas tanto en la costa turca como en el Egeo, las llegadas a Grecia no se han detenido: más de 300 personas llegaron en las últimas 24 horas, a las que hay que sumar las 1.400 que arribaron el fin de semana.

Por otro lado las devoluciones a Turquía desde Grecia dieron comienzo ayer con los tres barcos con 202 migrantes a bordo que zarparon desde la islas de Lesbos y Quíos hacia la costa turca. La mayoría de los migrantes devueltos procedían de Pakistán y Bangladesh, según un representante de Frontex citado por la prensa local, aunque fuentes del Gobierno griego confirmaron que entre los deportados también se encontraban dos sirios que “por razones personales” pidieron volver a Turquía.

En estos botes viajaron un número de policías y de deportados en proporción uno a uno según dijo la eurodiputada europea Maite Pagazaurtundúa, presente en el lugar, quien también aseguró que no se produjeron incidentes. Durante el fin de semana tanto en los centros de registro de las islas como en los campos improvisados de Idomeni y el puerto del Pireo ha aumentado ostensiblemente la tensión y, según los medios locales, se producen peleas ante el más mínimo motivo razones.

El Gobierno griego dijo el domingo estar preparado para posibles brotes de violencia por parte de los refugiados cuando empezaran las devoluciones, según admitió el portavoz del centro de gestión de refugiados, Yorgos Kyritsis.

Al puerto ateniense del Pireo, donde ya se acumulan más de 4.800 personas que el Gobierno griego espera reubicar en otros campos organizados durante esta semana, llegaron la noche del domingo 73 refugiados más procedentes de la isla de Samos, y ayer por la mañana 25 adicionales desde Lesbos.

“no los acogemos por dinero” Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, recordó ayer que su país alberga ya a millones de demandantes de asilo y subrayó que si acepta recibir a más no es por el dinero ofrecido por la Unión Europa dentro del acuerdo para deportar a inmigrantes, sino por “piedad”.

“Miren el número de refugiados que han acogido los países con ingresos superiores al nuestro. Y nos piden que acojamos más. No los acogemos por el pacto que hicimos con ustedes”, dijo Erdogan, dirigiéndose a las autoridades de la Unión Europea.

“Aceptamos a los refugiados por piedad, porque es sabido que dar es más importante que recibir. Hay quién habla de mil o dos mil refugiados y nosotros hablamos de millones. Y dicen que nos dan dinero. No los acogemos por dinero”, insistió el mandatario en un discurso ante la Junta Directiva de la Media Luna Roja turca.

El primer ministro, Ahmet Davutoglu, presente en ese foro, ilustró el agradecimiento de los refugiados sirios relatando que un niño sirio, a la pregunta de qué quería ser de mayor, había respondido: “Quiero ser turco”. – Efe

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