Empleadas de hogar inmigrantes convocan una concentración por sus derechos

Impulsada por el Grupo de Trabajadoras de Sos Racismo, denuncian explotación, acoso sexual y racismo

Diario Vasco, LUISMA RODRÍGUEZ, 29-03-2016

El grupo de mujeres trabajadoras del hogar inmigrantes de Sos Racismo de Oarsoaldea ha organizado para mañana miércoles, con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, una concentración que tendrá lugar a las 18.30 en la Plaza Xabier Olaskoaga para reclamar «todos los derechos contemplados en la ley para las trabajadoras del hogar, no a la discrminación de las trabajadoras inmigrantes, no a la explotación, al acoso sexual, al machismo y al racismo».

Según explicaron las portavoces del grupo, las dominicanas Lina Pérez, Andrea Encarnación, Altagracia Gil y la hondureña Glenda Izaguirre, acompañadas por el responsable de Sos Racismo de Oarsoaldea, Gerardo Carrere, «a pesar de que los cuidados son la base fundamental sobre la que se sustenta nuestra sociedad, esta tarea y las personas que las desempeñamos de manera profesional, carecemos del reconocimiento social a nuestra labor, así como de unos derechos laborales justos».

Piden por ello una equiparación de sus condiciones laborales con la del resto de los trabajadores. Gerardo Carrere dijo que sufren una triple discriminación al estar fuera del regimen laboral general y son discriminadas por ser inmigrantes y mujeres. «Reciben en muchos casos el salario mínimo, o no se respetan sus períodos de descanso».

400 en Oarsoaldea

Según Sos Racismo las mujeres inmigrantes constituyen más del 40% de las trabajadoras afiliadas al régimen de empleadas del Hogar de Gipuzkoa sumando un total de 3.558 personas, de las cuales en Oarsoaldea habría unas 400 trabajadoras en este sector laboral. Entre las que están en regimen interno las extranjeras no comunitarias alcanzan el 80% y son las que están en situación de mayor vulnerabilidad y sufren las peores condiciones de «explotación, discriminación y acoso sexual».

Para reivindicar que como mínimo se respeten los derechos que les reconoce la actual legislación laboral y denunciar que muchas sufren acoso y actitudes racistas, es por lo que han convocado esta concentración de mañana.

Según un estudio de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia el 78% de las internas realiza más de 60 horas a la semana y casi el 25% más de 80 horas y un tercio no descansa ni una hora a la semana, asimismo el 85% está por debajo del salario mínimo que le corresponde.

A ello se le une que el 28% declara haber sufrido acoso sexual en su lugar de trabajo y el 27% insultos racistas.

Deudas contraídas

Carrere explicó que «la dependencia de las leyes de extranjería que vinculan el permiso de residencia a un contrato de trabajo, el desconocimiento de los derechos que les asisten, las deudas contraídas para el viaje, la manutención de la propia familia en origen, la falta de un entorno de apoyo, son factores determinantes que influyen en su vulnerabilidad y desprotección y sus empleadores se aprovechan de estas circunstancias, llegando en algunos casos a retenerles el pasaporte. Además, si denuncian estas irregularidades, al ejercer su trabajo en un domicilio privado, Magistratura de Trabajo no puede intervenir para corroborar las mismas, si los empleadores no lo permiten aduciendo la inviolabilidad del domicilio».

Las trabajadoras se han unido y mañana reivindicarán el derecho a un salario digno y a cobrar por todas las horas efectivamente trabajadas, 36 horas de descanso semanal mínimas continuadas, máximo de 40 horas semanales de trabajo y 20 de horas presenciales, mínimo de 12 horas de descanso entre jornada y jornada, disfrute de las jornadas festivas reconocidas en la legislación laboral, derecho a los permisos reconocidos en la legislación laboral, derecho a las bajas retribuidas, derecho a disfrutar de los 30 días de vacaciones, que el Estado ratifique el convenio 189 de la OIT. y respeto a los derechos humanos y la dignidad de las trabajadoras, no al acoso sexual, machismo y racismos en los hogares donde trabajan.

Duras experiencias

Algunas de las empleadas del hogar presentes en el acto contaron sus experiencias, que en los casos más extremos llegan a no disponer ni de un solo día de fiesta, o haber sido engañadas al contratarles para cuidar a una persona y tener que atender hasta a cuatro.

Coincidieron en declarar que «llegamos de nuestros países desconociendo la realidad de aquí y con necesidad inmediata de trabajar y por ello aceptas lo primero que encuentras y luego si es malo es muy difícil buscar otro trabajo, por miedo a perder los papeles y a que te puedan expulsar del país. Muchas también aguantamos con la esperanza y promesas de que nos harán un contrato pasados los años, pero muchas veces éste no llega».

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