BRUSELAS – Los países de la Unión Europea (UE) llegaron ayer a un acuerdo sobre cómo repartir la financiación de los 3.000 millones de euros prometidos a Turquía para ayudarle a atender a los refugiados procedentes de Oriente Medio albergados en su territorio y evitar así que lleguen a las fronteras comunitarias.

Según el acuerdo, al que se ha sumado en último lugar Italia, el presupuesto de la UE cubrirá 1.000 millones de euros y el resto, 2.000 millones, saldrá de las arcas de los Veintiocho en función de su proporción en el Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión, según precisó en un comunicado el Consejo de la UE.

La Comisión Europea (CE) recordó en otro comunicado que ha accedido a incrementar su contribución hasta 1.000 millones de euros en comparación con los 500 millones ofrecidos inicialmente, de manera que la carga que recaerá sobre los países será menor.

España será el quinto mayor contribuyente al aportar 152,8 millones de euros, por detrás de Alemania (427,5 millones), el Reino Unido (327,6 millones), Francia (309,2 millones) e Italia (224,9 millones).

Este acuerdo “permitirá que la UE proporcione ayuda humanitaria adicional a los refugiados en Turquía y a sus comunidades de acogida” desde este mismo año, señaló el Consejo, que añadió que la asistencia se centrará principalmente en atender las “necesidades inmediatas” de estas personas, como alimentos, servicios sanitarios y educación. “Trabajamos continuamente para contener el flujo de inmigrantes a Europa. Los acuerdos entre la UE y Turquía son una parte vital de esto”, declaró el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, según el comunicado.

Las contribuciones estatales “no se tendrán en cuenta” para el cálculo del déficit de un Estado miembro dentro del Pacto de Estabilidad
Agregó que el objetivo es hacer frente a los traficantes de seres humanos e impulsar proyectos que “ayuden a dar esperanza para un futuro mejor a las personas en los campos de refugiados y en sus alrededores”.

LA UE PIDE RESULTADOS Rutte aseguró que la UE seguirá trabajando con Turquía para que esta suma de dinero “se convierta en resultados concretos”. El acuerdo cerrado ayer permite la aplicación del compromiso que hicieron los líderes de la UE y de Turquía en la cumbre del pasado 29 de noviembre, en la que los europeos comprometieron 3.000 millones de euros para que Ankara los invirtiese en una atención humanitaria mejor para los refugiados y las comunidades que los acogen.

El Consejo precisó que esta herramienta financiera incluirá un marco de “gestión y condicionalidad”, cuyo respeto será “un elemento esencial” para la ejecución de los proyectos de asistencia.

Según el acuerdo, las contribuciones de los Estados miembros podrían “ajustarse a la baja” en 2017 “en función de la aportación final del presupuesto comunitario” y sin perjuicio de la cantidad total planificada para Turquía ni de las prerrogativas de la autoridad presupuestaria.

Además, las contribuciones nacionales para este fondo “no se tendrán en cuenta” para el cálculo del déficit de un Estado miembro dentro del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (que entre otros aspectos exige que el déficit de un país no rebase el 3 % del PIB).

El vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans, indicó que este paso “ayudará a dar una perspectiva mejor a los sirios en Turquía” y celebró las medidas tomadas ya por las autoridades turcas para darles acceso al mercado laboral y para “reducir los flujos”.

Un comité creado para coordinar el fondo compuesto por representantes de los Estados miembros, la CE y Turquía, como asesor dará directrices y decidirá en qué tipo de acciones se invertirá el dinero. -Efe