«Mi hermano fue víctima de un odio cruel y cobarde»

Las Provincias, , 05-02-2016

«Cuando un inocente muere así, ninguna justicia es suficiente». El veredicto de culpabilidad no terminaba ayer de reconfortar a la hermana de Vasile Pohaidac. Amalia se mostró «descontenta y desamparada» por el hecho de que el tribunal no haya reconocido que Emilio actuara por motivos racistas. «Mi hermano fue víctima de un odio cruel y cobarde. Murió a traición», insistió.

Así recuerda la relación entre su hermano y la hija del asesino: «Estaban muy enamorados. Vasile estaba feliz y Mónica, también. Era una relación normal y consentida entre ambos, pero el padre no la aceptó y demostró ser un asesino y un racista». Y reflexiona: «A él podrán visitarlo en la cárcel siempre pero de Vasile ¿qué nos queda?, ¿un trozo de mármol para ver su nombre?», lamenta con impotencia.

El rumano era padre de una niña y llevaba casi una década asentado en Requena, donde trabajaba en tareas agrícolas. Dos años antes del crimen rompió con su esposa y residía en la casa de El Azagador donde murió. Allí era muy querido por su excelente disposición al trabajo, amabilidad, buen humor y respeto a los demás.

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