Berlín – Al menos 39 personas murieron ayer ahogadas al naufragar un barco con refugiados de diversas nacionalidades entre las costas occidentales de Turquía y la isla griega de Lesbos, informa el diario Hürriyet mientras los actos de xenofobia se empiezan a multiplicar peligrosamente. En Alemania, euroescépticos hablan abiertamente de “usar armas” contra refugiados en la frontera y en Estocolmo grupos enmascarados llaman a “actuar” contra los menores inmigrantes.

En la crónica negra de la jornada, los guardacostas turcos consiguieron rescatar a 75 personas y recuperaron, hasta el cierre de esta edición, 39 cadáveres, entre ellos, varios niños, pero continúa la búsqueda con la ayuda de helicópteros y un equipo de buzos se prepara para alcanzar el barco hundido.

Los refugiados pudieron alertar a las patrullas turcas cuando el barco zozobraba, informa el citado diario. El barco había salido de las playas del municipio de Ayvacik, en la provincia de Çanakkale, separada de la isla de Lesbos por un brazo de mar de apenas diez kilómetros. La mayoría de los pasajeros del barco eran refugiados de Siria, Afganistán y Birmania, informa la cadena NTV.

La policía turca detuvo a un ciudadano turco bajo la sospecha de haber organizado el viaje, pero que se declaró inocente, afirmando que él también viajaba en el barco. Los supervivientes fueron trasladados a un hospital cercano para un chequeo médico.

Las autoridades turcas informaron esta semana de que en el país hay censados 2,5 millones de sirios que han huido de la guerra civil que azota el país árabe desde 2011. Según los últimos datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), durante el mes de enero han llegado a Europa 54.500 refugiados a través del Mediterráneo, de los cuales 50.600 lo hicieron por las costas de Grecia, y 236 personas murieron ahogadas en la travesía.

Rechazo en Alemania Mientras, en Alemania, la líder de la euroescéptica Alternativa para Alemania (AfD), Frauke Petry, se pronunció ayer por “hacer uso de las armas”, en caso de extrema necesidad, contra los refugiados que crucen ilegalmente las fronteras y advirtió de que ni las vallas más altas podrán detener su ansia por llegar a Europa.

“Ningún policía quiere disparar sobre un refugiado. Yo tampoco. Pero, en una situación de última necesidad, hay que hacer uso de las armas”, afirma Petry, en declaraciones al diario Mannheimer Morgen.

La líder del AfD, formación emergente a la que los sondeos vaticinan hasta un 11%, se refiere al caso de España en su frontera de Ceuta y Melilla, afirma que las vallas más altas no ha logrado detener ahí a los inmigrantes ilegales y sostiene que éstos “seguirán intentando” alcanzar Europa.

“Necesitamos controles fronterizos completos para que no crucen a través de Austria tantos refugiados no registrados”, argumenta Petry, para lo que es preciso “disponer de suficientes policías fronterizos” que “no duden” a la hora de rechazar a estas personas.

Ante la insistente pregunta de cómo debe actuar un policía, si un refugiado se encarama a una valla y entra en territorio alemán, respondió que éste “debe impedir su ingreso ilegal, en caso de necesidad haciendo uso de su arma de fuego”.

Petry afirmó que esto está amparado por ley, para matizar a continuación que no ha empleado el término “orden de disparar”. La entrevista a Petry se produce en medio de la discusión en Alemania sobre la exclusión del AfD en los debates televisados, de cara las elecciones regionales del próximo 13 de marzo en los Länder de Baden – Würtemberg, Sajonia – Anhalt y Renania Palatinado.

Marchas contra menores Y en Estocolmo, un grupo de entre 50 y 100 enmascarados marcharon la noche del viernes por el centro de Estocolmo para llamar a “actuar” contra los menores de origen inmigrante, mientras invitaban a otros ciudadanos a seguir su ejemplo.

Los enmascarados, vestidos de negro, repartían panfletos encabezados con la palabra “Basta”, en los que se apremiaba a hacer frente a los “niños de la calle” norteafricanos que, de acuerdo al texto, “merodean por las inmediaciones de la estación central”. Asimismo, se llamaba a los hombres suecos a “defender” el país frente a lo que se calificaba de “delincuencia importada”.

El diario Aftonbladet mostró a este respecto un vídeo en el que aparecen grupos de policías patrullando por la zona, mientras se escuchan al fondo gritos, atribuidos a los grupos de enmascarados.

Fuentes policiales confirmaron a la radio sueca la existencia de esos panfletos llamando a la violencia contra extranjeros, aunque indicaron que no constaba información alguna de que se hubieran producido agresiones contra menores u otras personas de origen inmigrante. – DEIA/Efe