Inmigrantes divorciadas hacen certificados falsos de nacimiento para traer a sus hijos a España

La policía de Vigo ha detectado tres casos para eludir el permiso paterno y ayer se celebró el primer juicio

La Voz de Galicia, E. V. PITAVigo / La Voz, , 29-01-2016

La brigada de Extranjería de la policía nacional de Vigo ha detectado, al menos, tres casos de falsificación de certificados de nacimiento realizados por inmigrantes divorciadas que quieren traer a España a sus hijos sin el permiso paterno. El truco consiste en pedir un certificado en su país de origen en el que hacen constar que el padre de su hijo es su actual novio. De esta forma, eluden los trámites para obtener el consentimiento firmado de su verdadero padre.

Los agentes sospechan que «hay muchos casos» pero solo han podido probar tres en Vigo. Iniciaron la investigación tras oír rumores de madres que estaban haciendo pasar a sus novios como padres de sus hijos. Los investigadores se dieron cuenta de que en esos certificados falsos llamaban la atención varias cosas: que el niño había sido inscrito años después del nacimiento y en otra ciudad ajena al lugar del que era natural.

El primer juicio por estos supuestos certificados falsos se celebró el jueves en el juzgado de lo penal número 3 de Vigo. Una boliviana fue acusada de, en complicidad con su novio, haber alterado el 5 de mayo del 2006 ante el Registro Civil de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, la declaración de nacimiento del hijo de ella, que nació en 1997 y cuyo padre era el esposo, del que aún no se había divorciado. Según la Fiscalía, la nueva pareja atrasó unos meses la fecha e inscribieron al niño como si fuese hijo de ella y su novio. El plan consistía en pedir después la autorización de residencia en España por reagrupación familiar, lo que obtuvieron. El menor también consiguió la nacionalidad el 24 de enero del 2014.

La mujer se enfrenta a 21 meses de cárcel por falsedad en documento oficial. La acusada alegó el jueves en el juicio que en su país la burocracia funciona muy lenta, que cada trámite se demora meses o años, razón por la cual aunque se había divorciado de hecho de su marido tiempo atrás y convivía con su nueva pareja, en realidad su estado civil seguía figurando como de casada. «Me casé con 18 años en Cochabamba con un vecino, yo no me casé, me casaron. Aguanté tres meses y me escapé a otra ciudad. Di a luz cuando era una chiquilla sola, mi nueva pareja trabajaba en un petrolero y luego nos fuimos a trabajar a otro sitio. Pero la sentencia de divorcio no la tuve hasta el 2004. Allí para iniciar un trámite se tardan muchos años», alegó. El principal problema para sacar a su hijo del país es que en la base de datos ella salía como casada aunque el padre fuese su novio, también casado.

La fiscal se pregunta por qué ha tardado nueve años en inscribir a su hijo y que lo hiciese después de su hermano menor.

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