El Papa defiende los procesos de paz y a los emigrantes en su mensaje navideño

Francisco pide a los cristianos que mantengan un comportamiento «sobrio» frente al lujo, la apariencia y el narcisismo

Las Provincias, COLPISA / AFP , 26-12-2015

El papa Francisco apoyó ayer los esfuerzos de paz en Colombia y Siria y pidió «abundantes bendiciones» para las personas y Estados que acojan a emigrantes en su mensaje de Navidad, en el que condenó los «atroces actos terroristas» de los últimos meses. En su tradicional mensaje con motivo de la bendición Urbi et Orbi, el Papa pidió «que la alegría de este día ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano para que, animado por la esperanza, continúe buscando con tesón la anhelada paz», tras medio siglo de enfrentamiento armado. La paz fue una de las palabras más repetidas de su mensaje después de un año marcado por la amenaza yihadista, informa AFP.

En el tercer mensaje de Navidad de su pontificado, el jefe de la Iglesia católica condenó «los atroces actos terroristas» en Egipto, Beirut, París, Bamako y Túnez y denunció unas «atrocidades que provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros». El Sumo Pontífice aportó su apoyo a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que se esfuerzan por restablecer la paz en Siria y en Libia. «Que el acuerdo alcanzado en el seno de las Naciones Unidas logre cuanto antes acallar el fragor de las armas en Siria». «Es igualmente urgente – dijo – que el acuerdo sobre Libia encuentre el apoyo de todos». Frente a la violencia que enluta Cisjordania, Francisco pidió a los palestinos y los israelíes que reanuden «un diálogo directo» para superar un conflicto de «graves consecuencias» para Oriente Medio.

Como ya viene siendo costumbre, el Papa insistió en que las sociedades occidentales abran las puertas a los emigrantes y los refugiados. «Que sean recompensados con abundantes bendiciones todos aquellos, personas privadas o Estados, que trabajan con generosidad para socorrer y acoger a los numerosos emigrantes y refugiados» y les ayudan «a integrarse». El día de Nochebuena, 370 inmigrantes desesperados por llegar a Italia fueron rescatados en las costas de Libia. Otros 18 se ahogaron en las de Turquía.

Una tercera guerra mundial

Jorge Bergoglio no se olvidó de los cristianos «perseguidos por causa de su fe en distintas partes del mundo». Los conflictos y tensiones en Irak, Yemen, República Democrática del Congo, Burundi, Sudán del Sur y los esfuerzos de paz en Ucrania fueron otros de los temas citados en el mensaje, concluido con una bendición solemne y una indulgencia general.

El miércoles por la noche, en la homilía de la Misa del Gallo en una Basílica de San Pedro abarrotada, Francisco exhortó a los 1.200 millones de católicos a «tener un comportamiento sobrio» y a ahuyentar el miedo. «En una sociedad frecuentemente ebria de consumo y de placeres, de abundancia y de lujo, de apariencia y de narcisismo, Él nos llama a tener un comportamiento sobrio, es decir, sencillo, equilibrado, lineal, capaz de entender y vivir lo que es importante», añadió el Papa fiel a su estilo claro y franco.

En noviembre el Papa argentino ya había denunciado un mundo que no tomó la senda de la paz. «Habrá luces, habrá fiestas, árboles iluminados, también pesebres… ¡todo falsificado!: el mundo sigue haciendo la guerra», denunció el papa Francisco, quien considera que el mundo vive «una tercera guerra mundial a pedazos».

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