Los ataques islamófobos se disparan en EEUU

El Periodico, , 11-12-2015

Morid de una muerte dolorosa, musulmanes. La nota, acompañada por un polvo blanco no identificado, iba incluida en un sobre que llegó este jueves a las oficinas en Washington D.C. de CAIR, siglas en inglés del Consejo de Relaciones Islamico – Estadounidenses, la principal organización dedicada a la defensa de los derechos civiles de los musulmanes en Estados Unidos. Tras la evacuación temporal del edificio, y después de poner en cuarentena a los empleados que habían estado en contacto con el sobre, se determinó que no se trataba de una sustancia peligrosa, aunque el FBI se la quedó para realizar más pruebas. El episodio quedó, al final, en solo un susto, pero refleja una realidad preocupante en Estados Unidos, donde se han disparado los episodios de islamofobia en los últimos días, especialmente tras los atentados en París, el tiroteo en San Bernardino y una vez que el discurso político ha quedado dominado por la propuesta de Donald Trump de vetar la entrada a todos los musulmanes.

El miedo está a un nivel muy alto en este momento dada la retórica antimusulmana que se está produciendo, reconocía en un comunicado Maha Sayed. Ella es una de las abogadas que trabajan para CAIR, un grupo que recibe a diario mensajes de odio y cuyo portavoz, Ibrahim Hooper, ha dicho que no hay tiempo, literalmente, de emitir un comunicado tras cada uno de los incidentes (de islamofobia) porque están produciéndose demasiados y demasiado rápido.

El FBI, por ejemplo, está investigando un incendio sospechoso que se produjo el martes en un popular restaurante somalí en Dakota del Norte, en cuyas paredes aparecieron también unas pintadas con el símbolo de la SS nazis y la frase volveros a casa. El miércoles una mezquita de Nueva Jersey denunció que, tras varias semanas recibiendo mensajes de odio, había recibido también una carta insultando a los musulmanes como diablos y urgiéndoles a volver al desierto. En la misiva había referencias a comentarios de Trump, que se han probado falsos, asegurando que musulmanes de Jersey City celebraron los atentados del 11 – S.

El domingo por la noche alguien tiró desde un coche la cabeza de un cerdo a las puertas de la Sociedad Islámica Al Aqsa de Filadelfia y unas horas antes, en Nueva York, la policía arrestó a un hombre blanco de unos 50 años que había dado una paliza al propietario de un colmado mientras gritaba voy a matar musulmanes.

Esos son los últimos incidentes de una larga lista que incluye también disparos contra una mezquita en Connecticut y la aparición de una falsa bomba en otra en Virginia, agresiones a mujeres con velo en lugares tan dispares como Ohio y California, episodios de discriminación en al menos un par de aviones y creciente tensión, como la que se vivió en una reunión gubernamental en Virginia, donde la policía tuvo que intervenir en el debate sobre la construcción de una mezquita cuando algunos participantes empezaron a gritar todos los musulmanes son terroristas y nadie quiere vuestro culto diabólico.

Nunca he visto tanta ansiedad en las comunidades musulmanas como en las últimas semanas, no desde el 11 – S y quizá incluso ni en el 11 – S, le ha dicho a Vox Shahed Amanullah, que trabajó como asesor para el Departamento de Estado. Y coincide en el análisis el CAIR, donde Hooper, el portavoz, apunta también a otro elemanto preocupante de esta ola de islamofobia. En otros momentos de repunte, como tras el 11 – S, la islamofobia estaba en los márgenes de la sociedad. Ahora, en cambio, se está haciendo más común y extendida, sobre todo con los tintes islamófobos del discurso de Trump y de otros aspirantes y políticos republicanos y en los medios conservadores.

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