El comercio planta a Colau por el ‘top manta’

El sector se niega a sentarse en la mesa de negociación con los vendedores ilegales

El Mundo, , 11-12-2015

VÍCTOR MONDELO BARCELONA
Boicot de las principales asociaciones
de comerciantes a la mesa de negociación
impulsada por el Ayuntamiento
para solventar el conflicto del
top manta en Barcelona. Las grandes
agrupaciones comerciales de la
capital catalana declinaron ayer participar
en la sesión inaugural del foro
alegando que no están dispuestas
a discutir de igual a igual con vendedores
ilegales.
La Fundació Barcelona Comerç,
Pimec Comerç, la Confederació de
Comerç de Catalunya (CCC) o la
asociación Barcelona Oberta –habituales
interlocutores del Consistorio
para fijar cuestiones como los horarios
comerciales o la iluminación navideña–
plantaron ayer a los representantes
del Consistorio para no
avalar la laxa respuesta de Ada Colau
a la comercialización de productos
falsificados en las calles de la capital
catalana.
«No entendemos que se pueda negociar
con gente que comete ilegalidades
tipificadas», arremetió el secretario
general de la Confederació
de Comerç de Catalunya, Miguel Àngel
Fraile. Y es que el recién constituido
sindicato de manteros tiene
una silla reservada en la mesa de negociación
que ayer empezó a explorar
una salida a la creciente presencia
de vendedores ambulantes en la
vía pública. Los manteros iban a
compartir rango en el foro con los
concejales del Consistorio, la Síndica
de Greuges de la ciudad o los comerciantes,
algo que estos últimos
decidieron no tolerar en el último
momento, para restar toda validez al
instrumento ideado por la alcaldesa
y ERC, su verdadera impulsora.
Los comerciantes recibieron el
respaldo del PP que, suscribiendo
sus argumentos, también se ausentó
de la mesa. El líder de los populares
en Barcelona, Alberto Fernández,
consideró que haber asistido hubiera
implicado «dar cobertura a una actividad
ilegal» y apostó por la respuesta
policial para «poner fin» a la venta
ambulante irregular.
El gobierno de Barcelona rechaza,
sin embargo, que el top manta deba
abordarse como un problema de seguridad.
El ejecutivo municipal prefiere
considerarlo un conflicto social
y desde esa perspectiva estudia una
solución pactada para ofrecer alternativas
laborales a los vendedores.
El presidente de Barcelona Comerç,
Vicenç Gasca, acepta el punto
de vista del gabinete de Colau e insta
a la alcaldesa a utilizar los servicios
sociales del Consistorio para
atender a los manteros, pero se niega
a prestar su colaboración al entender
que lo que está en discusión
no es la ordenación del tejido comercial
de la ciudad, sino el combate de
una actividad ilícita.
La permisividad de Colau con el
top manta durante el verano provocó
un descenso del 20% en el material
falsificado decomisado en relación
a 2011. El pasado agosto fue el
primero de los últimos cinco en los
que las confiscaciones cayeron por
debajo de las 100.000 unidades. La
tolerancia acabó convirtiendo zonas
como el Port Vell en una suerte de
zoco de la venta ambulante ilegal,
que fue desarticulado en noviembre
sin ninguna detención, pues la operación
policial se filtró.
Con todo, la presencia de manteros
se mantiene en el resto de zonas
turísticas de la ciudad y el plante de
los comerciantes no augura una solución
cercana.

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