primero fue su idea de levantar un muro en la frontera con México para impedir el paso de todos los “traficantes, criminales y violadores” que, según el magnate Donald Trump, envía el país azteca a los Estados Unidos. Ahora es su propuesta de cerrar las fronteras a todos los musulmanes, por el simple hecho de serlo. ¿Cuál será la próxima lindeza que salga por la boquita de este multimillonario cuyo último capricho ha sido lanzarse a la carrera por la Casa Blanca? Está claro que cada vez que Trump abre la boca es para crear polémica. Y lo peor es que parece que le beneficia. Sorprendentemente, las encuestas siguen situándole a la cabeza de los candidatos del Partido Republicano para aspirar a la Presidencia del Gobierno. Y eso que el multimillonario se ha mostrado favorable a la utilización de técnicas de tortura como el ahogamiento simulado; ha rechazado realizar reformas para frenar el calentamiento global, porque lo considera “una total y muy cara estafa”; y ha planteado la necesidad de deportar a nada menos que once millones de inmigrantes y erradicar el derecho de ciudadanía por nacimiento. La Casa Blanca ya le ha calificado como un “peligro” para los Estados Unidos. Yo diría más. Si llegara a gobernar, se convertiría en un peligro mundial. Los estadounidenses tienen aún once meses para recapacitar.