Internacional

La Fiscal investiga a la Policía de Chicago por abusos continuos

Intenta aclarar si hay un «uso de la fuerza sistemático», tras la muerte a tiros de un afroamericano

ABC, , 07-12-2015

La muerte de 16 tiros del adolescente afroamericano Laquan McDonald a manos del agente de policía de Chicago Jason Van Dyke, en una terrible escena que ha dado la vuelta al país en forma de vídeo televisado, puede ser sólo la punta del iceberg. Es lo que quiere determinar el Departamento de Justicia estadounidense en una investigación al departamento de Policía de Chicago, que buscará pruebas de si este comportamiento es continuado. La Fiscal General de los Estados Unidos, Loretta Lynch, anunció ayer que el objetivo de este expediente será comprobar si «existe un uso de la fuerza sistemático, y si éste ha llegado a tener resultado de muerte». Además, Lynch afirmó que la investigación parte de las sospechas previas de que puede haber «implicaciones raciales, étnicas o de otro tipo, contrarias a los derechos humanos».

La Fiscal General, quien compareció ante los periodistas en compañía del Fiscal de Chicago, Zachary Fardon, y de la jefa de la división de derechos humanos del Departamento de Justicia, se mostró preocupada por la «desconfianza» creciente entre los miembros de la Policía y una parte de la población a la que tiene que servir, precisamente cuando «el sistema fracasa».

Lynch se refería así al impacto que tuvieron las imágenes recientemente difundidas sobre la muerte de McDonald, en las que se aprecia cómo el agente le dispara de manera continuada hasta su muerte sin que el adolescente parezca suponer en ningún momento peligro alguno. Tras el proceso previo, que ha durado un año, el policía ha sido acusado de asesinato en primer grado. Se trata de la primera vez en 35 años que un oficial de la Policía de Chicago recibe por parte del juez el máximo grado de acusación.

Los sucesos de Chicago, que han movilizado en las calles a miles de personas las últimas semanas, tuvieron su precedente en los enfrentamientos entre policía y ciudadanos en Baltimore y Ferguson (Misuri), donde la tensión ya se ha calmado.

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