Se dispara el número de detenidos islamistas en EE.UU.

El FBI ha detenido este año a 56 de los 300 propagandistas que el Estado Islámico tiene en Estados Unidos

La Vanguardia, JORDI BARBETA | WASHINGTON, 03-12-2015

Mohamed Oda Dakhlalla, de 22 años, estaba a punto de iniciar un posgrado en la Universidad de Misisipi y de casarse con Jaelyn Delshaun Young, su novia de 19 años, también estudiante de la MSU. La pareja planeó en secreto un viaje de novios a Grecia y Turquía… con destino final en Siria para incorporarse al Estado Islámico (EI). Su doble vida era desconocida para familiares y amigos, pero sus reflexiones en Twitter llamaron la atención del FBI, que les siguió la pista durante cuatro meses, hasta que les detuvo el 8 de agosto en un aeropuerto regional de Misisipi cuando se disponían a iniciar su yihadista luna de miel.

Fueron acusados de “conspiración para proveer apoyo material y recursos a una organización extranjera”. Mohamed y Jaelyn son dos de los 56 detenidos este año en EE.UU. por su vínculo con el Estado Islámico. Es el mayor número de detenciones relacionadas con el terrorismo en un solo año desde el ataque a las Torres Gemelas. Desde marzo del 2014 los arrestos se elevan a 71.

Estos datos los suministra el informe El Estado Islámico en América. De los retuits a Raqa, realizado por investigadores de la George Washington University (GWU). Entre las conclusiones, señala que los yihadistas reclutados por el EI son bastante más jóvenes que los reclutados anteriormente por Al Qaeda u otras organizaciones terroristas, son casi todos ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes legales, pero lo más significativo es que no reflejan un perfil sociológico similar. “Las personas que participan en actividades relacionadas con el EI difieren ampliamente en la raza, la edad, la clase social, la educación y los antecedentes familiares. Sus motivaciones son igualmente diversas y desafían cualquier análisis superficial”, señala el informe, lo que dificulta el trabajo de los cuerpos de seguridad.

Sin ir más lejos, sólo el amor de la pareja explica la sintonía entre Daklalla y Young. Él es blanco, hijo de un imán, y ella es afroamericana, hija de un oficial de policía, y había destacado en el instituto como cheerleader. En la misma lista figura un adolescente de 15 años y un exoficial de la Fuerza Aérea, de 47. El 40% son musulmanes conversos, una significativa sobrerrepresentación en el ámbito del yihadismosi se tiene en cuenta que los conversos representan el 23% de la población musulmana de EE.UU.

El trabajo de la GWU, que firman Lorenzo Vidino y Seamus Hughes, introduce el siguiente censo sobre los últimos 71 detenidos. La media de edad es de 26 años. El 86% son hombres. Actuaban en 21 estados diferentes. El 51% viajó o intentó viajar al extranjero. El 27% estaban involucrados en tentativas de atentado en EE.UU. Más de la mitad, el 55%, fueron interceptados por confidentes o agentes infiltrados. Tres han muerto en Estados Unidos cuando llevaban a cabo sus atentados y al menos 12 han perdido la vida lejos del continente americano.

La investigación ha identificado unos 300 simpatizantes del EI en EE.UU. muy activos en las redes sociales para difundir propaganda y propiciar la interacción con personas de ideas afines. Twitter es la herramienta que más utilizan, con cuentas que nacen y mueren constantemente. Hay nodos que dirigen a páginas principales, amplificadores que retuitean los mensajes y shot-outs que recuperan cuentas suspendidas. Las mujeres son el 14% pero asumen la tercera parte del trabajo en la red.

No queda claro qué es lo que propicia que “un guerrero del teclado dé el salto a la militancia real”, pero los autores subrayan que son una ínfima minoría que reacciona por motivaciones individuales. Será por ello que el FBI tiene 900 investigaciones abiertas y aunque casi todas resultan falsas alarmas continúa siguiendo la pista a 10.000 individuos por si a alguno se le cruzan los cables.

“Inmunidad a cambio del testimonio arrepentido”
“El desafío [del yihadismo en EE.UU.] no puede ser resuelto únicamente a base de detenciones”, señalan en su conclusiones los autores del informe de la GWU. En su opinión, velar por la aplicación de la ley “es vital pero insuficiente”, entre otros motivos porque “la mayoría de los simpatizantes del Estado Islámico en la fase inicial no necesariamente violan ninguna ley”. Los investigadores hacen una atrevida propuesta: “Hay una oportunidad sin explotar como es la versión de los estadounidenses reclutados por el EI que se han desilusionado con la causa. Estos individuos han caído por varias razones, ya sea experimentar la brutalidad de la vida bajo el EI o la búsqueda de una salida más positiva de la que los llevó al yihadismo. El Gobierno debería considerar la inmunidad para algunos combatientes extranjeros que regresan, ya que su testimonio sería el mensaje más eficaz contra el Estado Islámico”.

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