Uno de cada mil delitos que se cometen en España es de odio, una tipología delictiva que ha provocado desde 2013 más de dos mil casos con víctimas y más de un millar de detenidos, según datos de la Policía Nacional.

Estas cifras han sido facilitadas este martes por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, en la jornada sobre delitos de odio celebrada en la Jefatura Superior este Cuerpo en Madrid.

“Como español me siento muy orgulloso de vivir en una de las sociedades que entiendo es más tolerante, tiene más calidad en su convivencia y que además tiene mayor capacidad de integración a los extranjeros, a los inmigrantes, a las personas diferentes o a las personas que vienen de fuera”, ha dicho Cosidó.

Ha añadido que “en España tenemos unos niveles de tolerancia y de convivencia que están por encima de otros países europeos”.

“De hecho únicamente uno de cada mil delitos que conoce la Policía Nacional puede definirse como delito de odio y esta cifra se mantiene estable en los últimos años con una ligera tendencia de crecimiento”, ha aclarado.

Ha recalcado que “estamos en una de las cifras bajas en el contexto de la Unión Europea pero que sean pocos no significa que no sean importantes pues afectan a la raíz de nuestra convivencia y convicciones democráticas”.

Ha concretado que casi la mitad de estos delitos, al menos con datos de la Policía Nacional, tienen que ver con discapacidad, un 22 por ciento con la orientación sexual y un 20 por ciento con casos de racismo y xenofobia mientras que los relacionados con creencias religiosas o de antisemitismo son un tres y un dos por ciento respectivamente.

Cosidó ha recordado que tradicionalmente la mayoría de estos delitos tenían en un porcentaje muy alto que ver con agresiones y abusos sexuales pero en el último año están aumentando los de injurias, daños y lesiones vinculados a la discapacidad, la orientación sexual y el racismo, que abarca casi el 90 por ciento de los delitos de odio que conoce la Policía Nacional.

Por otra parte ha destacado el nivel “muy alto de eficacia en la investigación de estos delitos, por encima del 75 por ciento de esclarecimiento en 2015”, dato muy similar a 2014 y 2013, con casi mil detenidos en el conjunto de estos tres años.

Para Cosidó el reto de la Policía es atajar la difusión del odio a través de internet, “que es el principal campo de batalla en esta actividad delictiva” y ha estimado que “hay que incrementar la capacidad de investigación, conocimiento y monitorización en interne”.

Además, estrechar la colaboración con todos los implicados en la lucha contra estos delitos “empezando por asociaciones y colectivos de personas especialmente vulnerables y con la Fiscalía”.