La Policía Nacional ha liberado este miércoles a una mujer que estaba siendo explotada sexualmente en Madrid, gracias a una llamada al teléfono contra la trata alertando de esta situación, y ha detenido al proxeneta que obligaba a la víctima a ejercer la prostitución en jornadas de quince horas con continuas palizas.

La operación se inició cuando un persona llamó al teléfono de colaboración ciudadana contra la trata manifestando que había una mujer encerrada en el baño de un bar situado en el centro de Madrid, informa la Policía Nacional.

Inmediatamente, los agentes se desplazaron hasta el lugar y encontraron a una mujer de nacionalidad rumana que, después de ser atendida, relató que estaba siendo explotada sexualmente por un ciudadano de su misma nacionalidad.

La mujer explicó que estaba siendo obligada a ejercer la prostitución en una céntrica calle de la capital en jornadas que iban desde las diez de la mañana hasta la una de la madrugada ininterrumpidamente, momento en el que era recogida por su explotador, al que tenía que entregar la totalidad del dinero obtenido por los servicios sexuales.

Esta víctima también aseguró que recibía palizas del proxeneta para que se mantuviese en la misma situación. Tras escuchar su testimonio, la Policía inició las pesquisas para localizar y detener al explotador.

La operación ha sido llevada a cabo por agentes del grupo VII de la Brigada Central Contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y del grupo VI de la UCRIF de Madrid.

Se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata, puesto en marcha en 2013 y con el que se activó el número de teléfono 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia. Desde entonces, se han recibido casi 2.400 llamadas y 1.300 correos electrónicos, de los que se han derivado numerosas investigaciones.