La respuesta de Munilla a la masacre de París irrita a Gipuzkoa

Olano le pide «responsabilidad» tras vincular los ataques en París con la oleada de refugiados

El Mundo, , 17-11-2015

J. M. ALONSO SAN SEBASTIÁN
El obispo de San Sebastián, José
Ignacio Munilla, no deja de estar
en el centro de la polémica institucional.
Su último pronunciamiento
público ha vuelto a suscitar la
enérgica condena de la Diputación
de Gipuzkoa. En esta ocasión, el
motivo ha sido la reacción del prelado
en las redes sociales a los
atentados terroristas de París al
vincular en cierto modo estos ataques
con la oleada de refugiados
que llegan a Europa de Siria y
otros países de Oriente Medio.
La réplica a sus palabras llegó
por boca del diputado general de
Gipuzkoa, Markel Olano, que censuró
el comportamiento «especialmente
desafortunado» del obispo
donostiarra, a quien emplazó a actuar
de forma «responsable» en sus
pronunciamiento públicos.
El prelado publicó este fin de
semana en su cuenta de Twitter
un mensaje en el que respaldaba
al arzobispo de Valencia, Antonio
Cañizares, quien el pasado mes
cuestionó si la «invasión de inmigrantes
y de refugiados es todo
trigo limpio», dado que «muy pocos
» de ellos están perseguidos en
sus lugares de origen.
Además, denunciaba que éste
fuera «injuriado» por «alertarnos
del peligro» que supone la llegada
masiva de inmigrantes que huyen
de la guerra de sus países.
«¡Cuántas lecciones nos da la historia!
», aseveró. A este respecto,
adjuntaba una imagen con una
información en la que se atribuía
a un terrorista un pasaporte sirio
aparecido en uno de los ataques
perpetrados el viernes en París.
Olano reprobó la actitud de Munilla
en declaraciones a los periodistas
al término de la concentración
silenciosa de cinco minutos
celebrada ante el Palacio Foral de
San Sebastián en repulsa por la
masacre del pasado viernes en París
y en apoyo y solidaridad con
las víctimas, y a la que acudieron
numerosas personas.
El diputado general aseguró
que «introducir en la misma bolsa
» a los inmigrantes que huyen
de sus países y a los terroristas es
«una grandísima irresponsabilidad
». Por ello, realizó un «llamamiento
público» a los portavoces
de partidos e instituciones para
que hagan un «ejercicio de responsabilidad
» y «no caigan en la
demagogia y el discurso fácil», lo
que es «muy peligroso».
En este mismo sentido se pronunció
el presidente en Euskadi
de la Comisión Española de Ayuda
al Refugiado (CEAR), Javier
Galparsoro, que solicitó «al común
de los políticos y obispos» que
piensen que los refugiados «están
sufriendo horrores exactamente
igual que el pueblo francés» y que
«son perseguidos por razones
muy parecidas o las mismas» por
las que se ha producido la «tremenda
tragedia» de París. A modo
de réplica al prelado, Galparsoro
aseguró que «la insuficiencia» con
la que se está llevando a cabo el
procedimiento de acogida de refugiados
está «poniendo en el punto
de mira a todo el colectivo».
Las palabras de Munilla no han
encontrado respaldo en la Conferencia
Episcopal Española (CEE),
que ayer no se pronunció en este
mismo sentido en la inauguración
de la Asamblea Plenaria, donde
respaldó las tesis del Vaticano. La
Comisión de Migraciones presentará
esta semana una propuesta a
los obispos para acelerar una respuesta
coordinada a la crisis de los
refugiados, según dio a conocer el
director del Secretariado de este
organismo, José Luis Pinilla.
En este sentido, el nuncio de Su
Santidad en España, monseñor
Renzo Fratini, llamó a no quedarse
«expectantes» y «de brazos cruzados
» ante la situación de los refugiados
que huyen de Siria y otros
países y a «revisar» la eficacia de
las políticas en materia de cooperación
y desarrollo sostenible de los
países más pobres para tratar de
«resolver este tipo de conflictos
que a todos nos afectan».
Las críticas a Munilla de la Diputación
de Gipuzkoa llegan tres meses
después de la censura por su
pronunciamiento en contra de la
ideología de género durante la homilía
con motivo de las fiestas de
San Sebastián. El prelado manifestó
que la ideología de género es
una «metástasis del marxismo»
que «tiene en su agenda la deconstrucción
del matrimonio y de la familia
». El Gobierno foral denunció
que las palabras del obispo son
«incompatibles con el apoyo y la
protección de los más débiles».

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