Anoche, el país con mayor número de musulmanes en Europa volvió a recibir un violentísimo shock. Fue un momento trágico que todos seguiremos recordando dentro de años.

Aunque este tipo de barbarie no es nuevo, viene a confirmar que cuenta mucho el dónde y a quién. En este mes de Noviembre, esta calaña islamista, bajo las marcas Hamas y Jihad Islamica, ha perpetrado 40 atentados en Israel matando a 16 personas e hiriendo a casi 100 (más de 20 muy graves entre ellos). En las proporciones numéricas de Israel esa espiral de muerte viene a ser como lo que ocurrió anoche en París…. Esa es la constante de la única isla de normalidad en un mar de violencia y tiranía que es Oriente Medio.

Pero seamos claros… ¿De verdad le importó a alguien? ¿Pensó alguien en la novedad que representa esa nueva manera de atentar (cuchillos y atropellos violentísimos indiscriminados) contra la sociedad mejor preparada en el mundo contra el terror?

El problema para occidente ahora es que en este mundo mega – globalizado y uber – conectado, lo que pasa allí termina llegando aquí. Por eso no podemos ser indiferentes a la barbarie del Islam radical en Oriente Medio. Ni moralmente, ni desde un punto de vista práctico. Los radicales no hacen distinciones con sus marcas en su objetivo final.

El Estado Islámico no quiere un estado islámico… Quiere un mundo islámico…. No desea un territorio para expandir su odio y muerte. Quiere un planeta regido por sus valores.

Los judíos, que llevamos mucho tiempo padeciendo su odio, como los cristianos de Oriente Medio y África, sabemos muy bien la que nos viene encima.

Los atentados de París son el reflejo de una realidad inevitable. Un buenismo que es parte de la cotidianidad de pensamiento occidental… Y un cambio demográfico en Europa que va a ser muy tozudo.

Son demasiados años de una política suicida en Europa, permisiva con los que odian nuestros valores y nuestro sistema de vida.

Espero que este drama haga que el ciudadano medio despierte durante unos instantes del profundo letargo en el que está sumido. Que despierte para darle el mandato a los gobiernos democráticos de protegerle… De ser implacables contra estos malditos.

Espero que las atrocidades de estos nuevos nazis fomenten de manera rotunda la consolidación del apoyo público a la gran coalición de lucha contra el terror… Y que ese apoyo se concrete en políticas valientes aplicables en todas partes y de manera sistemática.

Éste es el momento para que personas y partidos políticos clamen en voz alta todo lo que nosotros sabemos que debe cambiar.Por eso hay que advertir que no puede haber más tolerancia con los que no creen en ella.

* David Hatchwell es Presidente de la Comunidad Judía de Madrid