Dinero para frenar la inmigración

La UE aprueba un plan de acción que incluye 1.800 millones, pero sólo se desbloquean 75

El Mundo, MARISA CRUZ LA VALETA ENVIADA ESPECIAL, 12-11-2015

Los socios de la Unión Europea arrastran una vez más los pies a la hora de implicarse de forma efectiva para afrontar desde la raíz el problema de los flujos masivos de inmigrantes irregulares procedentes de África. En la Cumbre de Malta que hoy finaliza en la localidad de La Valeta, africanos y europeos en torno a la misma mesa han intentado buscar soluciones que requieren, a la postre, dinero y efectivos humanos.

Europa ha puesto su firma sobre un Plan de Acción, difuso en buena medida, pero que incluye la necesidad de aportar hasta 1.800 millones de euros por parte de los estados miembros y que se sumarán a otros tantos que ya han sido desbloqueados desde el presupuesto común.

Con esta cantidad se podrían poner en marcha los planes de desarrollo, ayuda, protección y readmisión que se han diseñado para afrontar el problema.

Sin embargo las reticencias de los socios son muchas. Veinticinco países han puesto aportaciones sobre la mesa, pero el montante de cada una de ellas ronda la cifra que ha dispuesto España: tres millones de euros.

La recaudación ha sido por el momento magra, apenas 75 millones para hacer frente a necesidades que se calculan en 1.800.

Europa, superada por la crisis de los migrantes, pretende al menos poner orden a los flujos de quienes intentan cruzar sus fronteras por motivos económicos. El objetivo es abrir cuotas regladas de inmigrantes legales siempre en función de las necesidades de los países de acogida. A estos se les ofrece integración, educación, beneficios sociales y se les abre la puerta a un nuevo futuro.

Todos los demás, los que no sean «elegibles», deberían ser repatriados «con rapidez y eficacia», para lo que es necesario un procedimiento riguroso y común de identificación. Los socios de la Unión Europea pagarían a los países de origen dispuestos a la readmisión. Se trata de activar un mecanismo de retorno dulcificado con la promesa de velar por la garantía de derechos y con ayudas al desarrollo.

Ayer, en la Cumbre de Malta, el ejemplo de los acuerdos suscritos por España con países como Marruecos o Senegal fue puesto una vez más como un ejemplo de política eficaz.

Desde la Unión Europea se insiste en los discursos públicos en el mensaje de que la inmigración «no debe verse como una amenaza sino como una oportunidad», pero en la práctica pocos de los presentes lo creen.

El presidente Mariano Rajoy insistió en un modelo que se ha basado, dijo, «en la prevención y en la cooperación con los países de origen y tránsito. Nuestra cooperación se ha demostrado valiosa y eficaz y de ella se pueden extraer lecciones».

En el Plan de Acción que hoy aprobarán los socios de la UE figura también el compromiso de duplicar las becas a estudiantes y profesores africanos en el marco del programa Erasmus Plus, el lanzamiento de proyectos piloto con ofertas de trabajo y el abaratamiento de los costes de los envíos de remesas a menos del 3% antes del 2030.

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