Hungría no aceptará a los sirios que le devuelva Alemania

El ministro de Asuntos Exteriores esloveno asegura que el acuerdo de Dublín “está muerto”

Diario de noticias de Gipuzkoa, , 12-11-2015

Budapest – El Gobierno húngaro aseguró ayer que el sistema de Dublín de gestión de solicitudes de asilo ya no existe y que por ello no aceptará que otros países le devuelvan a refugiados que entraron en la Unión Europea a través de Hungría. “Dublín está muerto”, aseguró el ministro de Exteriores, Peter Szijjártó, quien advirtió de que no hay razones para que su país tenga que recibir a refugiados.

Szijjártó reaccionó así al anuncio del martes de Alemania de que devolverá a los sirios que lleguen a su territorio al país por el que hayan ingresado en la Unión Europea, tal y como establece el mecanismo europeo de Dublín. El ministro húngaro argumentó que los reglamentos del sistema “no son respetados por nadie y de esta manera tampoco es justificable que se apliquen las medidas”, según recoge la agencia MTI. “Es físicamente imposible que si alguien parte de Siria hacia Europa entre en la UE por territorio húngaro”, dijo el ministro, aludiendo a que los miles de refugiados que llegan a diario al continente por la ruta de los Balcanes tienen que pasar necesariamente primero por Grecia.

Hungría ha cerrado con vallas sus fronteras con Serbia y con Croacia y desviado hacia este país la ruta que siguen los refugiados de países en conflicto de Oriente Medio hacia Europa Occidental.

Szijjártó opinó que la presión migratoria se ha incrementado porque políticos alemanes han hecho “declaraciones irresponsable, lo que fue interpretado por los inmigrantes como una invitación”.

vallas en eslovenia Por su parte, y tal y como hizo Hungría con anterioridad, el Gobierno de Eslovenia empezó ayer miércoles a erigir una valla en varias partes de su frontera con Croacia, apenas un día después de que el Gobierno anunciara que levantaría “barreras técnicas” para “dirigir” el flujo migratorio.

Varios camiones cargados con vallas llegaron a primera hora del día a la localidad eslovena de Veliki Obrez, ubicada cerca de la frontera con Croacia, donde ya se han levantado cerca de dos kilómetros de valla. Asimismo, las autoridades levantaron otros cien metros de valla en una zona abierta cerca de la localidad de Gibina, en el este del país. Mientras realizaban las tareas no había inmigrantes presentes en ninguno de los dos puntos, que contaron con un gran despliegue del Ejército y la Policía eslovena. La decisión fue criticada por Croacia, que señaló que “sería mejor que construyeran centros de recepción”. “Ninguna valla puede evitar que la gente busque su camino, y es mejor que lo hagan de forma organizada”, señaló el ministro del Interior croata, Ranko Ostojic.

El primer ministro de Eslovenia, Miro Cerar, afirmó el martes que se levantarían “barreras técnicas temporales” en la frontera con Croacia para “dirigir” el flujo migratorio, aunque aclaró que el país seguirá abierto para los miles de refugiados que intentan seguir su ruta hacia el centro de Europa. El primer ministro insistió en que no se trata de un bloqueo: “No vamos a cerrar la frontera”. “Queremos garantizar que haya un flujo de inmigrantes controlado y seguro e impedir una catástrofe humanitaria”, justificó.

Más de 170.000 inmigrantes y solicitantes de asilo de Oriente Próximo, Asia y África han llegado a Eslovenia desde mediados de octubre, cuando Hungría decidió cerrar su frontera con Croacia. El endurecimiento de los controles en la frontera húngara terminó empujando a los refugiados hacia Eslovenia, que aún espera recibir a unos 30.000 inmigrantes más en cuestión de días. – Efe

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