La UE y África evidencian discrepancias en la repatriación de inmigrantes irregulares

Los países europeos pretenden desarrollar “una relación amistosa”, pero “con claras exigencias” al continente negro

Deia, , 12-11-2015

La Valeta – Los países de la Unión Europea (UE) y África mostraron sus discrepancias acerca de la repatriación de inmigrantes irregulares, la cuestión más sensible dentro de la respuesta común y concreta que buscan dar a la llegada de personas a Europa a través del Mediterráneo central.

La primera jornada de la cumbre de dos días que celebran en la capital maltesa comenzó con un principio de acuerdo sobre la declaración política y el plan de acción que ambas partes sellarán oficialmente hoy, pero el borrador del texto muestra que para llegar a ese punto común de entendimiento ambas partes tuvieron que suavizar sus exigencias.

“Estamos decididos a reforzar la lucha contra la migración irregular”, reconocieron ambas partes en la declaración, en la que se hace mención expresa a que deben aplicarse los acuerdos de repatriación acordados y las obligaciones internacionales. A renglón seguido matizan que se dará preferencia al “retorno voluntario” de personas de acuerdo con los derechos humanos, como habían solicitado las delegaciones africanas durante las negociaciones previas al encuentro.

Sin embargo, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, no dudó en subrayar públicamente que “el retorno voluntario es siempre preferible, pero cuando no sea posible el retorno no voluntario es un prerrequisito para una política migratoria bien gestionada”.

“Se trata de desarrollar una relación amistosa con África, pero también de formular claras exigencias y expectativas”, destacó por su parte la canciller alemana, Angela Merkel, quien también incidió en que África tiene que comprometerse con sus ciudadanos para que la juventud del continente tenga oportunidades y combatir la pobreza y la falta de transparencia. “Ese intercambio es muy importante para luchar contra las mafias y traficantes. Se trata de desarrollar una relación amistosa con África, pero también de formular claras exigencias y expectativas”, subrayó al llegar al lugar en el que se celebra la cumbre.

La presidenta de la Unión Africana (UA), Nkosazana Dlamini – Zuma, en cambio, pidió que la Unión Europea “no sea una fortaleza sino que se abra a la inmigración legal”, al tiempo que hizo hincapié en que ambas partes tienen un “enemigo común”: las redes que trafican con seres humanos. Zuma reconoció eso sí la necesidad de modernizar el continente africano, sobre todo para evitar “que los jóvenes continúen marchándose”.

Apoyo financiero La Unión Europea se mostró dispuesta a ofrecer apoyo financiero a África a través de un fondo fiduciario de emergencia, cuya constitución también está prevista para mañana, así como asistencia para reintegrar a las personas sin derecho a asilo al regreso a sus países de origen. Sin embargo, por el momento solo 25 de los 28 estados miembros han concretado a cuánto ascenderán sus contribuciones a este fondo, como anunció el propio presidente de la Comisión Europea (CE), Jean – Claude Juncker, que adelantó que se trata de “sumas pequeñas”.

Fuentes comunitarias revelaron que las ofertas de los países se sitúan en su mayoría en torno a los 3 millones de euros, por lo que el monto total estaría alrededor de los 171 millones de euros, muy por debajo de los 1.800 millones que la CE esperaba que aportarán los estados.

El Ejecutivo comunitario ya había comprometido otros 1.800 millones de euros procedentes del presupuesto comunitario, por lo que el total ascendería a 3.600 millones, una meta que parece prácticamente imposible que se alcance en esta cumbre.

El primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, fue el único de un país de la UE que dijo abiertamente que su aportación al fondo fiduciario será de 3,1 millones de euros. España, por su parte, dijo hace semanas que donaría 3 millones, pero está por ver si abrirá la puerta a aumentar esta cifra, siempre que se apliquen las medidas acordadas a lo largo de esta cumbre.

Entre las medidas del plan de acción, figuran hasta 16 “iniciativas prioritarias” que deben ser adoptadas antes de finales de 2016, lo que por primera vez aporta cierta concreción a los compromisos entre la UE y África.

La promoción de la cooperación policial y judicial y el intercambio de información, en especial para luchar contra las mafias es uno de los aspectos en los que también habían insistido los países africanos.

La UE se compromete igualmente a promover la facilitación de visados y a aplicar decisiones como el reasentamiento de 22.000 personas que ya gozan del estatus de refugiado y que se encuentran en los centros de acogida de países terceros cercanos a zonas en conflicto.

Por último, el coste de las remesas que los migrantes envían a sus países de origen también se reducirá a menos del 3% para 2030 y se eliminarán los corredores de envíos con costes superiores al 5%.

Declaraciones El primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, sostuvo que los países de África tienen que saber que los europeos son socios capaces de ayudar, pero que estos necesitan a alguien que “conteste”, al tiempo que se mostró confiado en que en la cumbre de ayer y que continúa hoy se logren soluciones a medio y largo plazo. “Luxemburgo es uno de los pocos países en Europa que gasta dinero para otros. Prefiero invertir en personas a invertir en defensa”, subrayó.

La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, consideró que el plan de acción que firmarán la UE y África es solo el principio, y recalcó que las “vallas no son la mejor solución y tampoco el mejor símbolo en Europa”.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, reconoció que la UE y África son “interdependientes”, por lo que “la única manera de gestionar este fenómeno es hacerlo juntos, construyendo cooperación e instrumentos comunes”. Mogherini subrayó también la importancia de buscar vías legales de acceso a Europa, pero también de contar con planes para el retorno a sus países de los inmigrantes irregulares. Por ello dijo que, aunque la UE va a crear un fondo de apoyo a África, “no todo es dinero”, sino que hay que “construir oportunidades, proteger la vida de las personas, luchar contra mafias que explotan la desesperación, y hacerlo juntos”. El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, incidió en que “es necesario actuar de manera concreta, y más allá de declaraciones políticas, son necesarios compromisos”.

“Estamos usando tanto dinero para inmigrantes y refugiados que es más difícil participar en actividades de desarrollo”, declaró la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, que subrayó: “Necesitamos asegurarnos de que las políticas de retorno funcionan y podemos devolver a los inmigrantes irregulares”.

cáritas Europa

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