Nuevo golpe de la Policía Nacional al tráfico de drogas en Los Mateos. Agentes de la Comisaría detuvieron ayer por la mañana, durante una redada en tres viviendas de este barrio de Cartagena, a diez personas por su presunta integración en un clan familiar dedicado a la venta de sustancias estupefacientes al menudeo.

Según fuentes de la investigación, en la operación, que continuaba abierta al cierre de esta edición, tres viviendas de la zona de Villaparís eran empleados por este grupo, de etnia gitana, para comerciar con hachís, cocaína, heroína y marihuana.

Precisamente el fuerte olor a ‘maría’ desde la calle llamó en especial la atención de los especialistas adscritos a la Brigada de Estupefacientes, que con el desmantelamiento de estos puntos de venta y con los arrestos culminaron una investigación de varias semanas.

Fue hacia las diez de la mañana cuando los agentes irrumpieron en las casas, protegidos por efectivos de la brigada de Seguridad Ciudadana. Éstos prestaron auxilio a sus compañeros de la lucha contra el narco, al darles protección mediante un perímetro de seguridad alrededor de las viviendas.

Según fuentes conocedoras de la intervención, en los garitos la Policía apresó a seis hombres y cuatro mujeres, todos parientes entre sí.

Numerosos antecedentes

En la lista de detenidos, que serán puestos a disposición del juez de guardia, están los cabeza de familia y varias personas que ya fueron arrestadas por hechos similares. Las fuentes consultadas añadieron que los sospechosos tienen numerosos antecedentes policiales por delitos relacionados con el tráfico de drogas.

En la redada, los agentes se incautaron de pequeñas cantidades de droga, algo que achacan en principio a la «fuerte presión» que están ejerciendo tanto en el casco urbano de Cartagena como en los barrios para que los garitos no duren más de un mes abiertos.

Asimismo, durante los registros (en los que se ayudaron de perros adiestrados) los funcionarios dirigidos por el comisario Ignacio del Olmo decomisaron dos escopetas halladas en los domicilios de los presuntos narcotraficantes, situados en una zona en pendiente frente a la carretera de Cartagena – La Unión y los terrenos de El Hondón.